Más cámaras de vigilancia, cuadrillas y medios aéreos frente a los incendios

Más cámaras y puestos de vigilancia, hasta un total de 210, 305 autobombas, 202 cuadrillas terrestres y helitransportadas, 28 retenes de maquinaria, un dron del Ministerio y 31 medios aéreos con base en la Comunidad. A ello se le suman los 4.368 profesionales que formarán parte del operativo de lucha contra incendios en Castilla y León, y que entrará en su máximo despliegue el próximo 1 de julio.

Una campaña que presentaba el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones en el Centro para la Defensa con el Fuego, con base en León y donde apuntó que se tiene en cuenta las condiciones de cada zona de la Región, atendiendo especialmente a la meteorología, las zonas de mayor incidencia, el histórico de incendios producidos y las características de la masa forestal.

Acompañado de los nueve delegados territoriales, Suárez-Quiñones recordó que el dispositivo, coordinado y en cooperación con otras administraciones, tiene la flexibilidad suficiente para desplazar los medios con los que cuenta por todo el territorio en función de las necesidades de cada provincia y teniendo en cuenta el riesgo existente en cada momento, pudiendo desplegar al máximo los medios cuando exista un riesgo alto.

El consejero comentó que este año se materializan mejoras en los medios personales para la campaña con protocolos de organización y funcionamiento, la incorporación de nuevos técnicos a los centros de mando, dos nuevas dotaciones de autobomba compuestas por conductor y peón para cubrir el servicio nocturno en Vitigudino y Benavente y el refuerzo de los medios nocturnos con cuadrillas helitransportadas de tarde que amplían su horario hasta las dos de la madrugada en Palencia, Burgos, Soria, Valladolid y Segovia.

Este año la campaña de peligro alto viene precedida por el menor riesgo de incendios de los meses pasados, que se ha traducido en un bajo número de incendios y superficies quemadas y una mejora de los datos de conatos: 61 incendios, lo que supone un 58 por ciento menos que la media del decenio anterior.