Nuevos apoyos del Gobierno de Herrera para el enoturismo

Supone un producto muy demandado en los mercados exteriores y una oportunidad de internacionalización

Nuevos apoyos del Gobierno Herrera para el enoturismo de la Comunidad, con especial indicidencia en la Sierra de Francia y la zona de Rueda. Así, la Junta de Castilla y León concederá alrededor de 100.000 euros este año para contribuir a la señalización de recursos y establecimientos asociados a las rutas del vino mencionadas, una medida con la que pretende apoyar al enoturismo, un producto muy demandado en los mercados exteriores y una «buena oportunidad» de internacionalización turística.

La primera de estas subvenciones -de 50.000 eruos- llegará a la Sierra de Francia, destinada a conseguir la certificación como ruta del vino de España que concede la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), con el apoyo de la Secretaría de Estado de Turismo. La segunda -del mismo importe-, a la Ruta del Vino de Rueda, para apoyar el mantenimiento de esa certificación, que obtuvo en 2014 y debe ser renovada cada dos años.

Las principales actuaciones que se financian servirán para señalizar los recursos y establecimientos asociados a las rutas, lo que supone la mayor parte de la inversión para poder ser certificadas. Además, se abonarán actuaciones de promoción y marketing de las rutas, como el desarrollo de páginas web, folletos, inclusión en redes sociales, jornadas publicitarias y de sensibilización de la población y eventos promocionales, como viajes de familiarización, entre otras acciones.

Con este tipo de ayudas se ha conseguido que en los últimos cuatro años se haya pasado de una a cinco rutas del vino certificadas -Ribera del Duero, Bierzo, Rueda, Cigales y Arlanza-. Así, Castilla y León se sitúa como la comunidad autónoma con más rutas del vino certificadas de España y, por tanto, como referente en materia de enoturismo de toda España.

Las rutas del vino facilitan la comercialización turística de los entornos de las denominaciones de origen del vino y es un producto con un fuerte potencial de desestacionalización turística por ser consumible durante todo el año.

Castilla y León se sitúa también a la cabeza de la producción de vinos de alta calidad y ocupa un lugar destacado entre las referencias vitivinícolas nacionales. A ello han contribuido sus doce denominaciones de origen protegidas (DOP) así como la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de Vinos de la Tierra de Castilla y León. Las DOP se agrupan a su vez en nueve denominaciones de origen: Ribera del Duero, Cigales, Rueda, Toro, Bierzo, Arlanza, Arribes, Tierras de León y Tierra del Vino de Zamora.