Soria despide a Mercedes de la Merced

La vida de Mercedes de la Merce Monge estuvo ligada, desde su juventud, a la política. Ayer, muchos de los que la acompañaron en ese camino, el de la cosa pública, no faltaron a su último adiós. Un emotivo recuerdo a la mujer que con 52 años fallecía, como consecuencia de un cáncer, pero que dejaba una impronta de trabajo y coraje que recordaba el presidente de Castilla y León. «Trabajó en favor de una sociedad moderna, en defensa de la igualdad de las mujeres», apuntó Juan Vicente Herrera, quien lamentó «un motivo triste para estar hoy (por ayer) en Soria».

Junto a él, cientos de personas, entre familia, amigos y miembros del Partido Popular, despidieron en el cementerio de El Espino de la capital soriana a la fallecida. Entre ellos, el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, y el vicepresidente primero del Senado, Juan José Lucas, dos paisanos con quienes compartió sus primeros pasos en la vida pública. También acudieron al sepelio de la que también fuera primera teniente de alcalde de Madrid con José María Álvarez del Manzano, el exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, y la presidenta del Gobierno aragonés, Luisa Fernanda Rudi.

Todos ellos acompañaron hasta el cementerio soriano de El Espino, desde la iglesia de igual nombre, a los padres de la fallecida, Luis y Mercedes, a sus hermanos Luis y Alberto y a su marido, José Antonio Llanos.

El presidente Herrera definió a De las Mercedes como «una mujer de coraje y más que una compañera de partido, de inquietudes», informa Efe.

De igual modo, recordó la vehemencia con la que la política soriana defendió «municipalismo y soberanismo», a la par que recordó que algunas de estas áreas fueron «sus primeras armas políticas», desplegadas en Valladolid, como integrante de los gobiernos de José María Aznar y, posteriormente, de Jesús Posada.

Éste último, habló de Mercedes de la Merced como «un ejemplo para todos nosotros», mientras que Juan José Lucas explicó que había la fallecida ha sufrido mucho en los últimos meses, no sólo por su enfermedad -un cáncer de pulmón-, sino por otros problemas, en alusión a su imputación en el proceso abierto en Bankia, «que no ha contribuido a dulcificar sus últimos días».

Lucas recordó que la precocidad política de De la Merced se demuestra cuando, en 1979, con apenas 19 años, ya figuró en la candidatura al Congreso de los Diputados de la Unión del Centro Democrático (UCD), junto con Gabriel Cisneros, José Ignacio Sáenz y Víctor Núñez, por la provincia de Soria.

Asimismo, formó parte del Parlamento Europeo, entre 1994 y 1999, cuando también estaba en el Ayuntamiento de Madrid.

Lucas detalló que llamó a De la Merced a la sede del PP nacional cuando José María Aznar le encargó, a finales de la década de los ochenta, la refundación de la formación de centro derecha, y ha evocado que «en algunas ocasiones su carácter apasionado y de convicciones le generó problemas en el debate político».

Municipalista convencida

«Era una mujer respetada en todas las instituciones por las que ha pasado. Era buena persona, comprometida con lo que hacía, luchaba apasionadamente y la presencia de las mujeres en la política», ha afirmado el vicepresidente primero del Senado, quien recordó que el sueño de la política popular fue ser alcaldesa de Madrid.

Juan José Lucas observó que su único problema era que fumaba dos paquetes de tabaco al día.