Accidente de Transporte

Una testigo afirma que el autobús estuvo mucho tiempo sin control antes de chocar

Sin embargo, esta declaración rompe con las proporcionadas por el resto

Llegada a los juzgados de la menor testigo y superviviente del accidente junto a su madre, Gloria García. A la derecha, otro de los testigos, Máximo Martín, atiende a los medios de comunicación
Llegada a los juzgados de la menor testigo y superviviente del accidente junto a su madre, Gloria García. A la derecha, otro de los testigos, Máximo Martín, atiende a los medios de comunicaciónlarazon

ÁVILA- En lo que llevamos de semana ya han declarado diez testigos del accidente de autobús que se produjo en Tornadizos el pasado 8 de julio, en el que murieron nueve personas. Seis de ellos comparecieron ayer, y una de estas personas rompió la tónica de la mayoría al asegurar que el conductor del autobús no llevaba ni la velocidad ni el control del vehículo adecuados en el momento del siniestro. «El autobús estuvo mucho tiempo descontrolado», aseguraba Luisa de la Fuente que, pese a que está citada para hoy para declarar ante el juez, no tuvo reparos en hablar ante los medios de comunicación en las puertas de los juzgados. Esta mujer mostró además una cicatriz en su brazo y el dedo herido del que aún no ha recuperado la movilidad, y explicaba también que al conductor le gustaba hablar bastante mientras conducía. Si bien, reconocía después que en el momento del accidente el conductor no hablaba con nadie.

Otro de los testigos que compareció ayer fue Máximo Martín, de 74 años, que iba sentado justo detrás del chófer del autobús, y que aseguró que no vio nada raro en la forma de actuar del conductor. Es más, dijo que su forma de conducir era normal, como tantas otras veces en las que ya había viajado con él en esta misma línea. De la misma forma, Máximo Martín apuntó que la velocidad del autobús en el momento del siniestro era también normal.

Entre los declarantes estaba también una joven de 16 años, que acudió, al ser menor, acompañada por su madre, Gloria García, alcaldesa de Navalmoral, quien señaló a la prensa que su hija apenas habla del tema y que sólo recuerda a ratos el suceso, pero sobre todo, el miedo que pasó. Según la versión inicial que compartió con su madre, la joven dice que «oyó un ruido y después un fuerte golpe».

Por otro lado, y a petición de la Fiscalía, también declararon el inspector de Transportes Terrestres de la Sección de Transportes de la Junta, Agustín Grande, y el encargado de talleres de la empresa Cevesa. Si bien, en sus testimonios no se pudo ratificar que el conductor del autobús usara el freno eléctrico, tal y como consta en su declaración. Hoy declararán otros cinco testigos en una instrucción que podría estar terminada en otoño.