Yllera concluye hoy su primera vendimia para la elaboración de vinos de alta gama

Situada en un pequeño cerro a 850 metros de altitud junto a la localidad vallisoletana de Curiel de Duero y en un enclave espectacular, en pleno corazón de la Ribera del Duero, desde donde se divisan, imponentes, tanto el castillo de Curiel como la fortaleza de Peñafiel, se ubica la bodega Entrecastillos, el nuevo proyecto viticola del Grupo Yllera en esta zona ribereña, que concluirá hoy su primera vendimia.

Una campaña de dos semanas de duración en la que se ha vendimiado de forma manual, con cajas pequeñas de uvas separadas previamente por pagos y tipos de terreno (arenoso o arcilloso), y en la que esperan recoger unos 350.000 kilos de uva de «calidad excepcional», condicionada por las bajas precipitaciones y altas temperaturas altas de verano, procedentes de unas cien hectáreas de viñedos propios y de algunos viticultores de los municipios burgaleses de La Aguilera y Fuentenebro. Una nueva bodega, aún en pañales, que llega tras una fuerte inversión superior a los nueve millones de euros, pero que está llamada a abanderar a este grupo bodeguero en su camino hacia la excelencia y búsqueda de prestigio a nivel nacional e internacional. Sin prisa, pero sin pausa, en esta gran familia trabajan con mimo y esmero para que los primeros vinos -aún sin nombre también- puedan salir al mercado a finales de 2017 o principios de 2018. Caldos que serán de guarda: de crianza larga, reservas o de alta gama, para paladares exigentes y exquisitos. De hecho, estos últimos vinos «top» se elaborarán con uvas de los viñedos propios del Grupo de la variedad Cabernet Sauvignon que se ensamblarán con las del tempranillo típicas de la zona. Esperan sacar al mercado una producción no muy amplia de estos vinos de alta gama, que podrá oscilar entre las 10.000 y las 20.000 botellas, según explica a este periódico Carlos Yllera, director general del Grupo.

Sofisticada tecnología

Para lograr esta excelencia, Entrecastillos cuenta con tecnología avanzada y sofisticada, como el primer visor óptico para selección de uva en Castilla y León y segundo de España, que dispone de hasta cuatro niveles de sensibilidad para retirar pasas, uvas rojas, trozos de raspón e incluso uvas maduras. De la misma forma, disponen de una despalilladora de doble cuerpo de última generación, de mesas de selección de la fruta con alimentación con tolva vibrante «sthik» para la recepción de cajas y cajones y de una tolva vibrante con capacidad para 15.000 kilos para tratar mejor la fruta. A estas técnicas innovadoras existentes en la instalación, que además se encuentra ubicada a distintos niveles para aprovechar la fuerza de la gravedad, se suman otras mejoras como un equipo de micro oxigenación para la incorporación controlada de oxígeno durante la fermentación.

El enoturismo y las visitas a esta bodega serán también una parte importante de este ilusionante proyecto bodeguero que, según cuenta Marcos Yllera, responsable de exportación, tiene un objetivo claro: elaborar los mejores vinos del Grupo Yllera.

Segunda incursión del grupo en esta zona vitivinícola

El Grupo Yllera tiene una amplia y fecunda trayectoria en el mundo del vino de más de 40 años. Cuenta con bodegas en cinco zonas con denominación de origen: Rueda, Toro, Rioja, Vinos de la Tierra de Castilla y León y Ribera de Duero. Y ha creado una nueva categoría de vinos, los frizzantes bajos en alcohol en las modalidades Tinto, Rosé y Verdejo. La nueva bodega «Entrecastillos» de Curiel de Duero será la segunda incursión de este grupo bodeguero en Ribera de Duero, ya que desde 1984 cuentan con otra bodega en la localidad burgalesa de Boada de Roa. Jesús Yllera, fundador del grupo junto a Ramón Martínez y Pepe Yllera, ya fallecido, tiene claro el secreto de su éxito: la «gran familia» que conforman el Grupo, en el que trabajan medio centenar de personas, y la apuesta por la calidad.