Cataluña

Acusan de encubrimiento al jefe de los Mossos en la trama de los burdeles

La Razón
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La vista oral por la trama de supuesta corrupción policial y proxenetismo vinculada a los burdeles de Castelldefels Saratoga y Riviera dio ayer una nueva vuelta de tuerca, con la declaración del sargento de los Mossos d'Esquadra Jaume P., que aseguró que el comisario jefe de la Policía Autonómica, Josep Lluís Trapero, ordenó que se protegiera a uno de los testigos clave de este caso, el confidente policial Manuel Gutiérrez Carbajo. Trapero es el máximo responsable no civil de los Mossos.

El confidente Gutiérrez Carbajo declaró el lunes en este juicio y, según su versión, cada mes los responsables de los dos burdeles investigados entregaban sobres a los mandos de la Policía Nacional imputados en esta trama. No especificó una cifra exacta, pero sí que aseguró que en los pagos a «a veces eran 3.000 y otras veces 6.000 euros».

«Orden concreta»

El sargento de los Mossos afirmó que Trapero dio una orden «concreta» de proteger a Gutiérrez Carbajo. El testigo explicó que desconoce los motivos por los que el mando de la Policía Autonómica exigió esta instrucción, pero comentó que los Mossos sospechaban que los propietarios de los prostíbulos entregaban dinero cada mes a los cargos policiales que, en teoría, tenían que investigarles.

Otro agente de los Mossos que declaró ayer como testigo aseguró que vio como el encargado del Saratoga, el imputado Carmelo Sanz, entregó sobres con dinero al inspector de la Policía Nacional, Andrés Otero, también procesado en esta causa. Aseguró que hizo un seguimiento a ambos hasta un bar, donde los grabó.

En su declaración, este testigo aseguró que desde la barra del bar observó como Sanz sacabo un sobre de su bolsillo. Añadió que lo puso sobre el mostrador, y que pasó de mano en mano, aunque no pudo especificar si contenía dinero o no.

Las supuestas cantidades pagadas por parte de los propietarios del Saratoga y el Riviera a los mandos policiales imputados en la causa es una de las mayores incógnitas de la vista oral. El citado confidente Gutiérrez Carbajo dijo primero en su declaración que los sobres contenían 3.000 euros, pero luego dijo que eran 6.000. Poco después se contradijo y afirmó que desconocía las cantidades exactas, porque «no conté el dinero que había en los sobres».

La versión de este último agente corrobora la declaración del jefe de la unidad anticorrupción de los Mossos, Antoni Salleras, que el martes aseguró que comprobó «visualmente» como se entregaba dinero a los policías imputados a cambio de avisar de las sucesivas redadas.

Hasta el momento, todos los policías imputados han negado los sobornos y se han limitado a acusarse los unos a los otros. Los tres principales procesados, Luis Gómez, Abundio Navas y José Javier Martín Pujal, se han acusado unos a otros de entorpecer la investigación. Navas fue más allá e implicó al ex jefe superior de la Policía Nacional en Cataluña, José Irineo, con la mafia georgiana, además de asegurar que quiso impedir que se investigara a Martín Pujal,q ue afronta una condena de 44 años de cárcel, la mayor de la causa.

El juicio proseguirá la semana que viene, con la declaración de más testigos, incluyendo policías que inspeccionaron los locales.