Alergias
Alertan que el cambio climático provocará más alergias y más agresivas
El invierno cálido propiciará una primavera «especialmente dura» para los alérgicos al polen
El invierno cálido propiciará una primavera «especialmente dura» para los alérgicos al polen.
Este ha sido uno de los inviernos más calurosos de los últimos 30 años. Según el Servicio Catalán de Meteorología, en la comunidad se ha registrado medio grado más de lo habitual en los meses de diciembre, enero y febrero. Pero también las lluvias han estado por encima de los valores promedios, un cóctel climático poco halagüeño para las personas alérgicas al polen. Así lo advirtió ayer el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental (ICTA) en rueda de prensa, tras explicar que «los mediodías cálidos y las lluvias caídas desde el pasado verano hacen pronosticar una polinización importante», concretamente de cinco plantas: gramíneas, presentes en el grano de algunos cereales y responsables del 50% de las alergias; el plátano de sombra, el más común en las calles de Barcelona y causante del 25% de las reacciones alérgicas; las parietarias, aquellas «malas hierbas» que crecen en solares (20% de casos); olivos (15%) y cipreses (15%).
Así, si se mantiene el pronóstico y esta primavera no es lluviosa, las personas que sufren alergias respiratorias, en Cataluña más de 600.000, deberán «prepararse porque este año las plantas vienen cargadas y la primavera se prevé dura», avisó por su parte la presidenta de la Sociedad Catalana de Alergia e Inmunología Clínica (SCAIC), Teresa Dordal.
Desde la SCAIC alertaron, además, que la situación irá empeorando con los años por el cambio climático, que favorecerá las condiciones ambientales y la contaminación propicia para que haya más personas alérgicas, pero también para que sus efectos se prolonguen durante más tiempo. Es decir, las alergias respiratorias no serán ya propias de la primavera, sino que se extenderán desde febrero a octubre.
Actualmente, el 14,7% de los adultos sufren alergia crónica, al igual que el 10,4% de los niños. En el futuro, las patologías alérgicas no sólo crecerán sino que «requerirán atención médica», avisó Dordal. Por ello, dijo, no se explica la falta de alergólogos que sufre la comunidad catalana. En Girona, por ejemplo, sólo hay dos especialistas y en el Baix Llobregat hay hospitales terciarios con una lista de espera de más de dos años. Por eso suelen ser los médicos de cabecera los que se ocupan de las alergias, recetando fármacos para paliar el malestar en vez de buscar las causas como debería suceder.
Como medida preventiva, la SCAIC apuesta por reducir el número de árboles plataneros en Barcelona, ya que son los responsables de un 25% de las alergias respiratorias. También evitar permanecer al aire libre cuando hace viento o utilizar mascarillas.
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