Barcelona, L'Hospitalet y El Prat empoderan el Delta de Llobregat

«Nos miramos Barcelona como una ciudad entre el mar y la montaña, pero también es una ciudad entre dos ríos», reflexionaba hace un año Ada Colau, durante la conferencia con la que los alcaldes de Barcelona arrancan el año y en la que aprovechan para hacer balance.

«Nos miramos Barcelona como una ciudad entre el mar y la montaña, pero también es una ciudad entre dos ríos», reflexionaba hace un año Ada Colau, durante la tradicional conferencia con la que los alcaldes de Barcelona arrancan el año y en la que aprovechan para hacer balance y vender alguna noticia. En 2017, Colau anunció un segundo Plan Delta dotado de 30 proyectos para impulsar el desarrollo de los alrededores del Llobregat, donde están el Puerto, el Aeropuerto, la Zona Franca, la Fira y muchas otras infraestructuras como la depuradora, además de diferentes polígonos industriales, que convierten los terrenos cercanos a la desembocadura del río en el centro logístico más importante del área metropolitana.

Casi un año y medio después, y esta vez junto a los alcaldes de L'Hospitalet de Llobregat, Nuria Marín, y El Prat, Lluís Tejedor, Colau presentó ayer un documento con más concreciones para desplegar la «Estrategia del delta del Llobregat»: 1.800 millones de euros, que asumirán todos los operadores implicados, públicos y privados, para dar un impulso «económico, sostenible e inclusivo» en los próximos siete años a este territorio estratégico. Se trata de revitalizar la economía de este «hub» logístico sin olvidarse de los vecinos y preservando el medio ambiente.

El primer Plan Delta, que empezó a desplegarse en los ochenta, permitió crear el parque agrario, ampliar el aeropuerto, y desviar 2,5 kilómetros al sud el lecho del río para la ampliación del puerto. Esta última fue una obra polémica por su impacto ecológico. Ahora, el alcalde ecosocialista, la alcaldesa socialista y Colau, que aúna estos dos espíritus, hacen hincapié en que el segundo Plan Delta compaginará el crecimiento económico de la zona con la preservación de los espacios naturales del Parc Agrari del Baix Llobregat y del río. Por ejemplo, ya se está empezando a planificar un paseo por el pie de la montaña de Montjuïc para peatones y bicicletas que conecte el centro urbano con la Mare de Déu del Port, el paseo de la Zona Franca y la calle A.

Aunque los proyectos más destacados tienen que ver con la reactivación económica de un territorio en el que trabajan más de 75.000 personas y acoge operadores públicos y privados de la magnitud del Puerto de Barcelona, el Aeropuerto de El Prat, el Consorcio de la Zona Franca o Mercabarna. Colau habló, por ejemplo, del parque industrial de PYMES de la Zona Franca que se está planificando ya en los terrenos donde estaba la SEAT. También destacó la ampliación de Mercabarna, que tendrá un nuevo espacio dedicado al producto ecológico y de proximidad, o la nueva estación intermodal que permitirá el transporte ferroviario de mercancías y contenedores del puerto y elimina buena parte de los camiones que circulan por la ronda del Litoral y la C-31.

Hay proyectos destinados a la mejora medioambiental, a la promoción económica del territorio, a la mejora de las infraestructuras y de la habitabilidad. En este último grupo, destaca el plan urbanístico del barrio de La Marina del Prat Vermell, donde se cosntruirán 10.000 viviendas, y en el que está previsto que acaben viviendo 25.000 personas. En julio, se estrenarán dos paradas de Metro en este barrio: Foneria y Foc Cisell.

Marín aprovechó la presentación del Plan Delta para reivindicar que instituciones de ideologías diferentes generen sinergias, impulsen políticas y desplieguen juntos estrategias.