Barcelona limitará las palomas con maíz anticonceptivo

El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido hacerse cargo de la planificación familiar de las palomas. Hay muchas, más de 85.000. Una plaga según los expertos.

El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido hacerse cargo de la planificación familiar de las palomas. Hay muchas, más de 85.000. Una plaga según los expertos.

Para reducir la población de estos pájaros, el ejecutivo de Ada Colau ha apostado por «el control ético» y no por la práctica habitual: capturarlas y sacrificarlas, un método muy criticado por las entidades animalistas. Como el consistorio se declaró «ciudad amiga de los animales», empleará herramientas menos violentas. Ayer, el comisionado de Ecología, Francesc Ximeno, anunció que se limitará la población de palomas esparciendo un pienso anticonceptivo diseñado especialmente para esta especie en los parques de Barcelona.

En concreto, se han instalado 40 dispensadores, muy parecidos a las papeleras, que expulsarán maíz recubierto de anticonceptivo a las ocho de la mañana, la hora a las que estos pájaros, por lo visto, tienen más apetito. La sustancia que recubre los granos se llama nicarbazina y afecta a la ovulación de las hembras. Sobre todo, porque también puede afectar a los espermatozoides de los machos.

El objetivo es reducir hasta la mitad la cifra de ejemplares de palomas, no porque sea una de las especies más odiadas por el público en general, sino por sus efectos nocivos sobre la salud pública, el mobiliario urbano, el espacio público y la vegetación debido a la cantidad de parásitos que contienen.

Si este nuevo método «ético» de control de la población de pájaros funciona con éxito, Ximeno anunció que podría probarse con otras especies convertidas en plagas. Que se preparen las cotorras.