Arquitectura
Barcelona mantiene catorce edificos cerrados y sin uso definido
Al Ayuntamiento de Barcelona le cuesta decidir que hacer con sus edificios y locales vacíos. Le ocurre lo mismo con los pisos de protección oficial, ya que acumula 558 sin inquilinos. Los edificios sin uso a corto plazo, siguen en pie a la espera de que se acuerden de ellos. Algunos están en lugares privilegiados de la ciudad, otros ocupan enormes extensiones de terreno y en la mayoría de casos los vecinos los reclaman para el barrio.
El año pasado, sin ir más lejos, el Ayuntamiento mantenía catorce edificios cerrados. Consiguió encontrar un uso a seis para motivos tan dispares como utilizar la antigua fábrica de la moneda, La Seca, para ubicar precisamente el museo de la moneda o ubicar un almacén de cultura en la antigua fábrica Tallada i Lora. En el histórico edificio de la ONCE también se han abierto oficinas administrativas del distrito. El resto, siguen a la espera. Como el palacete del parque del laberinto, donde no hace mucho el Ayuntamiento especulaba con utilizarlo para un hotel de lujo pese a las quejas de los vecinos. Se trata de uno de de los edificios más grandes del lote ,con 3.788 metros cuadradas.
Otra de las joyas es la casa Hurtado en el barrio de Pedralbes. Un edificio proyectado en 1905 inscrito plenamente en la estética modernista. La fachada, con la típica combinación de materiales de este movimiento, como estuco a la cerámica vidriada, convierten a esta casa en una auténtica joya del Modernismo. Aunque con las puertas cerradas.Mención aparte merece la antigua clínica Quirón. El Ayuntamiento pagó 9,5 millones en 2005 y todavía sin uso definido. El PP ha solicitado infinidad de veces un plan para estos terrenos que, gracias a sus 14.000 metros cuadrados, podrían albergar equipamientos culturales, deportivos y educativos.
El barrio con más edificios vacíos es, sin embargo, Poblenou. La fisonomía fabril de esta zona propicia que el Ayuntamiento tenga a su disposición, entre otros, Can Gili Vell, la nave Locales y Fuerzas Industriales o la antigua sede del 22@, pendiente de derrumbe por problemas estructurales. Can Gili Vell fue en su día una fábrica de harinas que hoy sobrevive en estado semiruinoso. La chimenea puede verse adosada a un edificio de cinco plantas que ha corrido la misma suerte. Poble Sec, por su parte, cuenta en sus calles con el teatro Arnau también pendiente de rehabilitación.
Respecto a los pisos vacíos, más de lo mismo. A finales de 2012, el Ayuntamiento disponía de 588 viviendas sin habitar. De los pisos vacíos, 286 son de las promociones de Torre Baró, Casernes de Sant Andreu y Vallvidrera. Pero es que, además, el gobierno municipal se gasta casi un millón de euros anuales en la vigilancia de estos inmuebles.
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