Religion

Casaldáliga deja su casa en Brasil tras recibir amenazas de muerte

El motivo vuelve a ser la labor del religioso a favor de la comunidad indígena

La Razón
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BARCELONA- El obispo español Pere Casaldáliga ha dejado la aldea de Sao Félix do Araguaia, en el interior de Brasil, debido a un recrudecimiento de las amenazas que recibe desde hace años por su labor en favor de los indios, dijeron ayer a Efe fuentes de una organización indigenista.

«Don Pedro está seguro», se limitó a explicar un portavoz del Consejo Indigenista Misionero (CIMI), una organización vinculada al Episcopado brasileño, que declinó decir dónde fue trasladado Casaldáliga, de 84 años y quien desde hace tiempo sufre del mal de Parkinson.

Destino desconocido

Según dijo, el obispo abandonó Sao Félix do Araguaia y se trasladó a una localidad que no puede ser revelada por seguridad y en la que cuenta con protección de la Policía Federal.

El CIMI denunció que las amenazas se redoblaron en las últimas semanas, al parecer debido a la inminente decisión de un tribunal que, según fuentes judiciales, fallará en favor de los indios Xavante en un proceso por la propiedad de unas tierras cercanas a Sao Félix do Araguaia.

Los Xavante han contado desde hace más de dos décadas con el apoyo y solidaridad de Casaldáliga, quien llegó en 1968 a ese remoto rincón del estado de Mato Grosso, en el que reside desde entonces.

Según una nota difundida por el CIMI, la inminencia del fallo de la justicia ha hecho que «una de las personas más amenazadas por los invasores (de las tierras xavantes) sea Casaldáliga, obispo emérito de Sao Félix do Araguaia, a quien le quieren imputar la responsabilidad por la demarcación» de las áreas indígenas. En ese sentido, el CIMI y otras organizaciones indigenistas expresaron «su absoluta solidaridad» con Casaldáliga, quien «desde que pisó el suelo de Araguaia trabaja en defensa de los intereses de los más pobres, de los pueblos indígenas y los peones» del campo.