Cataluña
Cataluña entra en alerta por sequía al bajar del 50% las reservas de agua
La desaladora de El Prat trabaja a mitad de su capacidad por primera vez en cuatro años para paliar los efectos de la falta de lluvia.
La desaladora de El Prat trabaja a mitad de su capacidad por primera vez en cuatro años para paliar los efectos de la falta de lluvia.
Los problemas climáticos tienen un grave problema de cara a la opinión pública. Apenas se notan. Poco importa que Barcelona doble los niveles de polución de Londres o que los pantanos hayan bajado del 50% de su capacidad. Si no se ve, no existe. Pero lo cierto es que Barcelona, y por extensión, Cataluña, está atravesando un momento climatológico complicado. Tanto que las nuevas medidas anticontaminación que comenzarán a aplicarse el próximo 1 de diciembre podrían estrenarse con prohibiciones de circulación. Por si esto fuera poco, la alerta por sequía está aquí de nuevo. La última vez que ocurrió, hace diez años, nos trajo episodios tan pintorescos como un conseller rezándole a la Moreneta, barcos cisterna con agua des Marsella o la construcción deprisa y corriendo de una desaladora en el Prat.
Cataluña, por lo tanto, entró ayer en el nivel de alerta del Plan de Sequía al situarse los pantanos de las cuencas internas alrededor del 49 % de su capacidad, según la Agencia Catalana del Agua (ACA), que ha aumentado la producción de las desalinizadoras para ralentizar el consumo de los embalses. Según datos de la ACA, el global de las cuencas internas está alrededor del 49 % (340 hm3) y el sistema Ter-Llobregat, al 51 % (311 hm3), unas reservas inferiores a las que había el año pasado por las mismas fechas, cuando los embalses estaban al 51 %.
Esta situación y la previsión de ausencia de lluvias en los próximos días ha provocado que en la última semana se haya incrementado el régimen de funcionamiento de la desalinizadora del Llobregat hasta el 50 %, lo que equivale a producir 120.000 m3/día. En situaciones de abundancia de recursos hídricos en los embalses, la planta desalinizadora sólo funciona al 10 % de su capacidad. Según la ACA, la previsión es incrementar la producción de la desalinizadora hasta el 60% en una o dos semanas. Ante la perspectiva de ausencia de lluvias y un descenso de las reservas de agua, la ACA ha hecho en los últimos días varias pruebas de funcionamiento en la conducción que transcurre entre la desalinizadora de Tordera, situada en Blanes (Girona), hasta la potabilizadora de Cardedeu (Barcelona), y desde ayer esta conducción está activa. Esta planta produce un total de 30.000 m3/día, 15.000 destinados al abastecimiento de la zona (norte del Maresme y sur de la Selva) y los
15.000 restantes se derivan al área metropolitana de Barcelona.
En caso de persistir la actual situación de sequía, la ACA prevé también incrementar la producción en esta desalinizadora. Con la aportación de las desalinizadoras, la ACA ha evitado evitado extraer unos 50 hm3 de los embalses de las cuencas del Ter-Llobregat. En el caso de que los embalses bajasen del 25 % de su capacidad, se decretaría el nivel de Emergencia del Plan de Sequía y se empezaría a producir agua regenerada en el tramo final del Llobregat para incrementar el caudal del río y disponer así de más agua para potabilizar.
Lejos de ser un problema exclusivamente catalán como ocurrió en 2007, la falta de lluvia está afectando a todo el país. No en vano, según las últimas cifras disponibles, el conjunto de depósitos españoles se halla en un 37,2% de su capacidad, lo que constituye más de un 10% menos que el pasado año por estas fechas.
La región más afectada por las vicisitudes climáticas es sin lugar a dudas La Rioja, donde los embalses se encuentran en un desesperanzador 14% de su capacidad total. Para contextualizar este dato, cabe decir que el año pasado por estas fechas rondaban el 17% y que hace diez años, también por estas fechas, estaban casi en el 30%. Además, algunos expertos desaconsejan utilizar el agua de embalses vacíos al estar notablemente mezclada con tierra.
Esta semana las precipitaciones han sido «prácticamente nulas» y la máxima se ha producido en Palma de Mallorca, con 2,6 litros por metro cuadrado. Por ámbitos, la reserva se encuentra al 76,7% en Cantábrico oriental; al 53,5%, Cantábrico occidental; al 38%, en Miño-Sil; al 40,6% en Galicia Costa; al 57,1%, las cuencas internas del País Vasco; al 29,6%, el Duero; al 39,3%, el Tajo y al 44,4%, Guadiana. Además, Tinto, Odiel y Piedras está al 66,8%; Guadalete-Barbate, al 38,9%; Guadalquivir está al 31,2%; la cuenca Mediterránea Andaluza, al 31%; Segura, al 13,1%; Júcar, al 25%.
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