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Colau reclama el acercamiento de los presos independentistas

Su partido impulsa una moción, en la que también incluye una recepción oficial a las familias de los presos separatistas

Ada Colau ha vuelto a ceder a las pretensiones de los independentistas con una moción a favor de los políticos presos
Ada Colau ha vuelto a ceder a las pretensiones de los independentistas con una moción a favor de los políticos presoslarazon

Su partido impulsa una moción, en la que también incluye una recepción oficial a las familias de los presos separatistas.

No parece que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tome nota de su estrepitoso fracaso del 21-D. Tras ese desplome electoral, que se explica en gran parte por sus continuos guiños al independentismo, ha mostrado pocas ganas por enmendar esa línea de actuación y ayer lo volvió a demostrar. Su grupo, BComú, impulsó en la comisión de presidencia del Ayuntamiento una moción que incluye una recepción oficial para los familiares de los cuatro políticos presos –Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart– y la exigencia de su acercamiento a cárceles catalanas.

La iniciativa consistorial obtuvo luz verde tras ser apoyada por el PDeCAT, ERC, CUP y un concejal no adscrito –suman 29 ediles de 41–. PP, PSC y C’s votaron en contra. La moción reitera la petición de excarcelación para los cuatro líderes independentistas, algo que el consistorio ya ha hecho en numerosas ocasiones con declaraciones de condena o colgando lazos amarillos en la fachada del Ayuntamiento. Ahora bien, mientras sigan en prisión preventiva, el texto reclama que se les reubiquen en centros penintenciarios catalanes, porque si no, considera que se está produciendo un atentado contra «los derechos humanos». «El alejamiento penitenciario es un castigo inhumano para los encarcelados y sus familias», reza el documento, en el que además se juzga que la permanencia en prisión es óbice para que se «normalice la situación política». La lectura de la declaración se produjo al final de la sesión y corrió a cargo del teniente de Alcalde de Derechos Sociales, Jaumes Asens, aunque solo contó con los portavoces del PDeCAT y ERC.

De esta manera, Colau se volvió a echar en brazos del independentismo, y así se lo objetó la oposición. El líder del PP, Alberto Fernández, criticó que esta medida «es otro gesto más de Colau hacia el independentismo e ignorando la pluralidad». Por su parte, la líder de C’s, Carina Mejías, consideró que es una forma de «presión a los jueces que no representa a todos». Finalmente, el portavoz del PSC, Jaume Collboni, que recibió duras críticas de BComú por no respaldar la moción, reprochó que «no recoge explícitamente ninguna referencia al respeto por las decisiones judiciales». Es decir, la oposición expresó su enfado y vino a desmontar la presunta equidistancia que ha intentado ir cultivando retóricamente Colau: criticar por igual al separatismo y al constitucionalismo. Sin embargo, la realidad ya ha desmentido en multitud de ocasiones esa apariencia, dado que con el separatismo ha alternado reproches y guiños de gran calado –como la recepción de los alcaldes en el Ayuntamiento–, mientras que con los constitucionalistas no ha habido nunca margen para un gesto.

En todo caso, esta nueva polémica de Colau llega ya a casi un año de los comicios municipales. El 21-D ya le demostró que en escenarios intensamente polarizados su partido sufre una sangría irrefrenable, y esa tendencia, también apunta que puede reproducirse en una contienda electoral municipal, tal y como se desprendió del último barometro, publicado la primera semana de enero de este año. En aquel sondeo, ERC ya se erigía en la fuerza con mayor intención de voto, alcanzando un 16,5 por ciento de los sufragios, –dos puntos más que en la anterior encuesta realizada en junio– y la formación de Colau se quedaba por detrás, con un 16,3 por ciento de los votos (un 0,6 por ciento más que en junio). Si bien, pese a estas advertencias, a Colau no le queda otra que seguir recurriendo a este tipo de guiños con el independentismo, ya que desde su ruptura con el PSC, son sus únicos potenciales aliados para superar votaciones, aunque con ello no lograra evitar una nueva moción de confianza para poder aprobar los presupuestos la pasada semana. Y es que los independentistas, en este caso ERC o el PDeCAT, tienen grandes opciones para vencer en los próximos comicios, y por ello no van a vender barato sus apoyos a lo largo de este año de legislatura que resta por delante.