El desafío independentista
Convergència forzará romper el pacto con el PP en la Diputación de Barcelona
Los populares no han recibido la comunicación de CiU, pero dan por hecho que la quiebra es inminente
El pacto de la Diputación de Barcelona entre PP y CiU puede tener los días contados. Convergència lleva amagando con esta idea desde que formalizó su acuerdo para gobernar la Generalitat con la ayuda de Esquerra, pero en las últimas horas la ruptura en la Diputación ha cobrado vuelo por comentarios que el PP atribuye a dirigentes de CDC. Fuentes populares subrayaron que ninguno de los hombres fuertes de Convergència les ha comunicado la decisión de romper el acuerdo en la Diputación, aunque varios dirigentes coinciden en que los nacionalistas acabarán dinamitando el acuerdo porque les conviene en varios sentidos: satisfacer a ERC –que censura los pactos con el PP– y abrir una polémica que sirva para ocultar los casos de corrupción que afectan a su formación.
Un acuerdo que funciona
En cualquier caso, la ruptura del pacto en la Diputación es completamente ajena al funcionamiento de la alianza en la corporación municipal. «La relación aquí entre nosotros es buena. Si se rompe es por una instrucción de Còrcega (sede de Convergència), no porque el pacto no esté yendo bien», subrayan dirigentes del PP de la Diputación. Todos ellos conviven con el runrún de la ruptura desde hace varias semanas, pero, en paralelo continúan su actividad sin sobresaltos.
Precisamente hoy se reúne el pleno de la Diputación de Barcelona, donde se votará una moción de apoyo a la declaración de soberanía aprobada por el Parlament la pasada semana. La votación servirá para visualizar la división de PP y CiU en este asunto, tal y como ocurrió en la Cámara catalana. Servirá, por tanto, de argumento para los convergentes para justificar el fin de recorrido de su relación con los populares.
«Sí, mañana (por hoy) se vota esta moción, pero no se va a anunciar ninguna ruptura. Más adelante, ya veremos», apuntaron fuentes convergentes de la Diputación.
El problema será cómo gobernar la Diputación, ya que CiU (que tiene 20 diputados provinciales) no suma mayoría (26) con ERC (2) y, por tanto, debería buscar una alianza incorporando también a ICV (4), o bien buscar un acuerdo con el PSC (19).
Sea como fuera, lo presumible es que Convergència aproveche la próxima reunión de su ejecutiva para aclarar este asunto, ya que los propios convergentes aseguraron en su primera reunión de 2013 que se tomarían unas semanas para reflexionar sobre la conveniencia de mantener sus pactos con el PP. En todo caso, CiU tiene que calibrar ñas consecuencias de romper el acuerdo en la Diputación de Barcelona porque los populares no ocultan que para ellos es poco menos que «una declaración de guerra».
Dinamitar la relación con el PP puede resultar contraproducente para CiU, que está obligada a negociar con el Gobierno decenas de asuntos, entre otros, su sostenibilidad financiera. Sin embargo, la Generalitat siempre ha restado importancia a este asunto alegando que el Gobierno caería en la «prevaricación» si desatiende premeditadamente
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