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¿De verdad a alguien no le gustan los musicales?

La Filmoteca inicia un ciclo dedicado al género, mientras en el teatro llegan «La sirenita», «La tienda de los horrores» o «Coda»

Gene Kelly en “Singing in the rain”
Gene Kelly en “Singing in the rain”larazon

La Filmoteca inicia un ciclo dedicado al género, mientras en el teatro llegan «La sirenita», «La tienda de los horrores» o «Coda»

Carlos Sala - Existen personas que dicen sin ningún rubor: «no soporto los musicales, quién se pone a cantar y bailar en plena calle». Las hay, y muchas. No existen personas que digan sin rubor: «me encanta pegar a mis hijos, son tan tontos que suena hasta bien», pero sí que se sienten la mar de listos al afirmar que no les gusta los musicales porque ¿no son realistas? ¿En serio no han visto a nadie cantar por la calle? Es como decir que no te gustan las películas de guerra porque nunca has ido a una guerra. La lógica es aplastante y duele. ¿De verdad no les gusta la ciencia ficción ni la fantasía ni...? En serio, ¡los abogados sólo pueden ver películas de abogados! Los odiadores de los musicales deberían aceptar el hecho de que en realidad no hay razón lógica por la que no les gusten, sino que existe un trauma anterior que les condiciona. ¿Cómo se cura el trauma? Cantando, claro, ¿acaso no han visto ni un musical en su vida?

Hay personas, eso sí, que no les gusta la música, por lo que es lógico y natural que no les gusten los musicales. Hay incluso personas que no les gusta la alegría, el entusiasmo y la emoción, prefieren las ratas. Las ratas son muy reales, y las cucarachas y el dolor abdominal y la acidez y las jaquecas. ¿Cómo se cura todo eso? No, ni siquiera cantando, por Dios, no es un abracadabra mágico, pero no por eso hay que odiar las canciones. ¿De verdad alguien puede mirar a la cara a Gene Kelly o Fred Astaire y decir, «¡pfff, qué ridículos!»?

Para todos aquellos que sí les gusten los musicales, o para quienes quieran dejarse de manías y descubrir por qué sí les gusta a tanta gente, la Filmoteca de Cataluña acaba de iniciar un completo ciclo cubriendo cerca de 90 años de cine musical. En total, unos 60 títulos que van de «El cantante de jazz», la primera película sonora de la historia, estrenada en 1927; hasta el reciente «La la Land», película que ganó durante dos minutos el Oscar a la mejor película, pero que al final se descubrió que era un error, que en realidad había ganado «Moonlight». Sólo le podía pasar esto a un musical.

Entre los títulos que se podrán ver en la sede del Raval está obras maestras como «Cantando bajo la lluvia», para muchos una de las mejores películas de la historia, para otras de las peores porque cantan. Qué cosas. Entre medio, «Siete novias para siete hermanos», «Sombrero de copa», «Un americano en París», o más modernas como «Todos dicen I love you», «Velvet Goldmine» o «Sweaney Todd». ¿Por qué nadie ha hecho un musical sobre la gente que odia los musicales? Sería maravilloso ver cómo les perseguían gente cantando y cómo a partir de entonces tenían que reconfigurar todos sus valores y amar los musicales porque ahora son muy realistas.

Un peseo por el teatro

Quien quiera más proximidad y ver el sudor de los actores al cantar, la cartelera teatral tiene carne fresca. El Teatre Gaudí acaba de estrenar «La Sirenita», una nueva versión musical del cuento clásico de Hans Christian Andersen. Neus Kaori firma la música y y Jordi Fornieles firma las letras de esta historia que Disney, con las canciones de Howard Ashman y Alan Menken colocaron en el imaginario colectivo de toda una generación. Espectáculo para el público familiar, la historia coge aquí un nuevo vuelo que promete muchas alegrías al teatro.

Precisamente, del tándem formado por Howard Ashman y Alan Menken nació a principio de los ochenta el musical «La tienda de los horrores», basado en la extraordinaria película de Roger Corman y su lasciva y hambrienta planta carnívora. El tándem formado por Àngel Llacer y Manu Guix rescata ahora esta historia con una nueva fiesta de voluntades a ritmo de rock y soul clásicos. El teatre Grec acoge el estreno el próximo 17 de julio, pero el montaje regresará en septiembre en el Teatre Coliseum para que nadie se la pierda. Después del éxito de «La jaula de las locas», Llàcer y Guix vuelven a querer que todo el mundo no vea algo tan increíble que la gente cante y baile por las calles.

Pero de musicales hay de todo tipo y la prueba es «Coda», versión de la intensa vida del compositor Dmitri Shostakovich. El Auditori acoge el 13 y 14 de julio un montaje ideado por el colectivo Atresbandes y que otorga nueva luz a uno de los reyes del postromanticismo. Pero no sólo de los estrenos vive el hombre. La cartelera está llena de grandes musicales como «Les feres de Shakespeare», de Pirates Teatre, «9 to 5. El musical» o «Imparables», con el Quartet Melt. Así que, ¿de verdad a alguien no le gustan los musicales»?