Empleo
Dejar de cavar
Dice una recomendación china que si alguien quiere salir del pozo en el que está, lo primero que debe hacer es dejar de cavar. Pues bien, nosotros seguimos aplicadamente dedicados a seguir cavando.
Comienza 2013 sin ningún presagio positivo. Todos quedan pospuestos para «el año que viene, ¡si Dios, quiere!», como decía «Hermano Lobo», aquella revista satírica que existió durante la transición política española.
2013 volverá a ser un año sin crecimiento económico, pero sí del paro, igual que el que acabamos de dejar, porque sin crecimiento no hay empleo. Esos vaticinios sobre el crecimiento del desempleo –por más que se reduzcan los salarios– no son afirmaciones de agoreros, sino la consecuencia lógica de aquello que se está haciendo. Con las políticas de austeridad seguimos cavando.
Vivimos en medio de una crisis de endeudamiento privado, que estamos transfiriendo al sector público. Eso es, ni más ni menos y a grandes rasgos, lo que supone el rescate bancario. Todos los recursos públicos se orientan a ese fin, y ese esfuerzo se traduce en déficit. Pero como la actividad económica no remonta –a pesar de las subidas de impuestos y los recortes de las prestaciones sociales– el déficit público no afloja. Desde Europa ahora nos dan más tiempo. Han comprendido que necesitamos llegar vivos al otro lado de la riba, como mínimo para que podemos pagar. Por eso incomprensible que esa suavización del déficit no ser traslade también a las comunidades autónomas. Reducir más los servicios que gestionan no solo pone en peligro derechos sociales básicos, sino que supone seguir cavando en el pozo.
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