Barcelona

Desarticulada una red rumana que robaba a gente mayor en plena calle

El juez ordena cárcel para catorce de los 16 detenidos, que ofrecían ayudas a las víctimas.

La red detenida tenía antecedentes por los mismos motivos en diversos países europeos.
La red detenida tenía antecedentes por los mismos motivos en diversos países europeos.larazon

El juez ordena cárcel para catorce de los 16 detenidos, que ofrecían ayudas a las víctimas.

Los Mossos d’Esquadra desmantelaron una organización criminal dedicada a robar a ancianos en plena calle que usaba el método de las «zalameras», «mimosas» o del abrazo «teletubbie» para abordar a sus víctimas, que consiste en ganarse su confianza para acabar abrazándoles y desvalijándoles.

En rueda de Prensa, el inspector jefe del área central de investigación sobre patrimonio, Jordi Ollé, explicó que se trata de un «clan familiar» de origen rumano que actuaba con unos ocho equipos de trabajo – un conductor y una ladrona– que conseguían 1.000 euros al día y que en total obtenían cada uno cerca de unos 200.000 euros de ganancias anuales.

Los conductores de la banda llevaban a las mujeres hasta un punto concreto cuando veían a una víctima, siempre personas de más de 65 años, y la esperaban mientras la abordaba: «Le entraban a la víctima bajo cualquier pretexto para acabar dando un abrazo o beso, logrando el acercamiento físico para sustraer la joya», señaló.

Entre las excusas, ofrecerle ayuda, servicios domésticos, fingir ser una persona conocida o conocer a algún pariente y en el caso de los hombres, les podían ofrecer sexo.

En la operación realizada, fueron detenidas 16 personas, y catorce de ellas ingresaron en prisión por orden de un juzgado de Barcelona por delitos como organización criminal, hurtos y robos violentos, blanqueo, falsedad documental, usurpación del estado civil, además de que dos que se escaparon.

Entre todos ellos acumulaban más de un centenar de antecedentes desde 2004, y pese a ello nunca antes habían ingresado en prisión, por lo que el inspector destacó que esta investigación han logrado acreditar que estos grupos que actúan en toda Cataluña, y en el resto de España, forman «una organización criminal multirreincidente», lo que permite aplicar penas más altas.

30 casos probados

De hecho, se trata de una organización «jerarquizada, organizada, y con infraestructura y capacidad para actuar en otros puntos de España», además de que tienen antecedentes por robos en Holanda, Francia, Bélgica y Alemania, y se ha podido probar una treintena de robos.

Ollé admitió que podía haberse instalado en la banda una cierta sensación de «impunidad» al no haber entrado nunca en prisión, además de que cuando se sentían perseguidos o sentían presión de la justicia lo único que tenían que hacer era cambiar de país, en sus palabras.

Los miembros del grupo residían en Barcelona, Badalona y Santa Coloma de Gramenet, aunque algunas de las células de trabajo podían irse varios días a actuar a otras ciudades españolas como Málaga y Valencia.

El jefe de la banda era la persona que organizaba los grupos de trabajo –que robaban en ciudades medianas y grandes como Barcelona, Terrassa, Sabadell, Girona y Lleida– además de que compraba los coches, vendía las joyas y se dedicaba a enviar el dinero obtenido a Rumanía. En paralelo, se destapó una trama de blanqueo de capitales basada en el método de enviar pequeñas cantidades de dinero.