Cataluña

Díaz exige a Rajoy y Mas que dialoguen para encauzar una salida al problema catalán

La presidenta de la Junta de Andalucía insta a su homólogo catalán a aparcar el órdago soberanista y al PP a proponer alternativas

La vicepresidenta Joana Ortega saluda a la invitada, Susana Díaz, ante la mirada de Isidro Fainé, presidente de La Caixa
La vicepresidenta Joana Ortega saluda a la invitada, Susana Díaz, ante la mirada de Isidro Fainé, presidente de La Caixalarazon

A Josep Antoni Duran Lleida le ha salido un competidor en su papel de mediador entre los gobiernos del PP y CiU. Su nombre es Susana Díaz. En su segundo día de viaje por trabajo en Cataluña, la presidenta de la Junta de Andalucía, robó el traje de árbitro al democristiano para exigir a Mariano Rajoy y Artur Mas que se sienten a dialogar, porque sólo así evitarán el encontronazo al que se dirigen Cataluña y España. Díaz instó a los dos dirigentes a asumir su responsabilidad, dialogar y buscar consensos para desviarse de la vía por la que ambos conducen desbocados hacia «un inevitable choque de trenes».

Para la dirigente socialista tanto monta, monta tanto Rajoy como Mas. Ambos son culpables de haber empujado a Cataluña al borde de un precipicio. El presidente del Gobierno porque se ha instalado en la política del «no a todo» y no mueve ni un dedo para encauzar el desafío catalán. Orgullosa, enfundada en su vestido de árbitro, Díaz aconsejó a Rajoy que asuma sus responsabilidades y presente una propuesta alternativa al órdago soberanista planteado por el presidente de la Generalitat. Mientras que Mas es culpable por haberse obcecado con una consulta que lleva a Cataluña a «un callejón sin salida». Y no sólo eso, es culpable por alimentar el victimismo y lanzar mensajes radicales que fomentan la identidad única y la división de la sociedad catalana.

Díaz lanzó estas acusaciones mezcladas con consejos en el foro Barcelona Tribuna, un almuerzo-coloquio al que asistieron dirigentes políticos como Joana Ortega, vicepresidenta de la Generalitat, o el ex president José Montilla, y de la sociedad económica y civil, como el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, uno de los empresarios que también está mediando entre los gobiernos del PP y de CiU para encauzar el problema catalán.

Además de amonestar a Rajoy y Mas, no perdió la oportunidad de echar un capote al PSC y vender la tercera vía socialista de reforma constitucional. «Grosso modo», explicó que su propuesta federal pasa por «blindar las competencias de las Comunidades Autónomas para evitar que queden al albur del Gobierno de turno», como ha pasado por ejemplo con la Ley Wert; transformar el Senado en una verdadera cámara territorial; garantizar la presencia de las autonomías en los foros europeos; preservar la singularidad de cada territorio, y mejorar la financiación, que es «mala para Cataluña y para Andalucía».

Antes, Díaz presentó con más detalle la reforma federal a Mas, en un encuentro privado de una hora en el Palau de la Generalitat. Pese a la tregua en las primarias, la andaluza saca pecho, con discreción, ante Rubalcaba.