CiU
Duran recoge el guante de Mas y pone fin al fuego cruzado entre Unió y CDC
Emplaza a ambas formaciones a discutir sobre su futuro fuera de los focos
BARCELONA- Tras una semana de fuego cruzado entre Unió y Convergència Democràtica de Catalunya, Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida, como comandantes de ambas formaciones, han exigido a los suyos un tregua. Un día después de que el president de la Generalitat ordenara a su gente que enterrara el hacha de guerra, Duran Lleida recogió el guante y emplazó a ambas formaciones a discutir lo que tengan que discutir en casa, inclusive, si tiene que continuar al frente de la secretaría general de CiU.
En un cruce de declaraciones vía twitter, tres dirigentes de Unió propusieron el miércoles a Duran que abandonara su cargo al frente de la secretaría general de la federación, porque no eran de recibo las críticas que recibió el pasado sábado, en el consejo nacional de CDC, por parte de Josep Rull y Lluís Maria Corominas, que sustituyen temporalmente a Oriol Pujol al frente de la secretaría general de Convergència. Rull y Corominas reprocharon a Duran su «falta de lealtad» al proyecto soberanista de Mas. Le echaron en cara que «juegue» con el calendario de la consulta y le exigieron que deje de generar dudas porque lo único que consigue es debilitar un proceso para el que no hay marcha atrás.
El propio Duran explicó ayer, a través de la carta web que publica semanalmente, no le gustaron las críticas que le hicieron Rull y Corominas y que se disgustó porque las encontró «muy injustas». Argumentó que mientras Mas puede decir lo que le plazca porque es el president de la Generalitat a él se le critica todo, incluso, aunque diga lo mismo, «porque soy yo».
Aunque Duran optó por una vía muy catalana como es limpiar los trapos sucios en casa, antes de enfundar el arma, disparó los últimos cartuchos. «Espero que el llamamiento que ha hecho el president Mas para que la gente de CDC deje de criticarme sea suficiente», comentó. Luego añadió que, «como hemos hecho –en Unió– hasta el día de hoy, nos guste más o menos lo que diga el president Mas, no recibirá jamás ninguna crítica pública ni personalizada vía twitter». Pero eso no era todo, tenía otra cosa más que decir, que «continúo pensando y continuaré diciendo lo que pienso y lo que he dicho», o sea, que seguirá hablando del calendario de la consulta. Duran no está a favor de celebrar el referéndum en medio de una crisis económica y política. Y con este discurso choca con los sectores más soberanistas de CDC.
Pese a que intentó pasar página con un «ya hablaremos donde hayamos de hablar sobre si continúo o no en la secretaría general de CiU», la crisis entre Unió y Convergència todo indica que se cerró en falso.
Crónica de una bronca sofocada
- Josep Antoni Duran Lleida cuestionó durante la semana pasada que la consulta pueda celebrarse en 2014 tal y como pretende ERC, debido a la situación política y la crisis económica.
- En el consejo nacional de CDC del sábado, Josep Rull y Lluís Maria Corominas, que sustituye a Oriol Pujol, reprocharon con dureza a Duran que siembre dudas sobre el proceso soberanista.
- Al día siguiente, el dirigente de Unió Josep Maria Pelegrí respondió que son «inadmisibles» las críticas de CDC a Duran. También destapó que ha sido amenazado.
- La red social de twitter ardíó el miércoles con el intercambio de reproches entre Unió y CDC. Los democristianos acaban pidiendo a Duran que abandone la secretaría general de CiU.
- Tras la escalada de reproches entre ambas formaciones, Artur Mas ordenó el jueves a los suyos acabar con el intercambio de críticas de una a otra formación porque no beneficia a nadie.
- Duran Lleida pidió ayer a los suyos calma. Emplazó a ambas formaciones a lavar los trapos sucios en casa, pero avisó de que seguirá diciendo lo que piensa sobre el proceso soberanista y la convocatoria de la consulta.
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