Política

Abusos a menores

El abad de Montserrat pide perdón a las víctimas de abusos

Han creado una comisión externa para analizar los casos y con potestad de denunciar

El abad aprovechó la homilía de la misa de domingo para pedir disculpas
El abad aprovechó la homilía de la misa de domingo para pedir disculpaslarazon

Han creado una comisión externa para analizar los casos y con potestad de denunciar.

El abad de Montserrat, Josep Maria Soler, pidió ayer perdón a las presuntas víctimas de abusos sexuales en la homilía de la misa que se celebró por la mañana en el Monasterio de Montserrat.

«Mis hermanos de comunidad y yo mismo pedimos humildemente perdón a las víctimas, nos solidarizamos con su dolor y les ofrecemos el apoyo de la comunidad», afirmó Soler, que condenó los abusos y reconoció saber el dolor que causan y cómo cuesta cicatrizar las heridas. Soler afirmó: «Los abusos sexuales a menores por parte de personas consagradas a Dios nos duelen profundamente» e indicó que hieren la parte más vulnerable de las víctimas y quitan la confianza que habían puesto en ellos.

También pidió perdón «a todas las personas a quien el conocimiento de estos hechos ha podido escandalizar o hacer perder confianza en instituciones de Iglesia» y reiteró su condena rotunda a cualquier tipo de abuso a menores y su voluntad de transparencia.

El abad explicó que han creado «una comisión externa que analice los casos que se puedan denunciar» y anunció que actuarán en consecuencia, expondrán los resultados de la investigación y seguirán el protocolo establecido por el Papa.

«Tenemos las herramientas necesarias para aclarar los hechos y atender a las víctimas de una manera justa y evangélica», concluyó Soler.

Protesta

A las 10 horas de ayer, víctimas de presuntos abusos sexuales se coincentraron ante el Monasterio de Montserrat para pedir «transparencia y depuración de responsabilidades» tras los últimos casos que han salido a la luz, así como la dimisión del abad Soler.

La protesta también exigió que se establezca una comisión de investigación «realmente independiente», que tenga al frente a un jurista de prestigio, si conexiones con la Iglesia, con un representante de las víctimas y que gestione las denuncias, en lugar de hacerlo la Abadía.