CUP
El asalto al PP divide al soberanismo
Los populares consiguen que todos los grupos del Parlament, menos la CUP, firmen una declaración de condena contra el «escrache» y los cuperos cargan contra el PDeCAT y ERC
Los populares consiguen que todos los grupos del Parlament, menos la CUP, firmen una declaración de condena contra el «escrache» y los cuperos cargan contra el PDeCAT y ERC
El intento de «okupación» de las juventudes de la CUP –Arran– de la sede del PP ha desatado la tensión en el seno del independentismo. Los anticapitalistas enfurecieron ayer al ver que PDeCAT y ERC condenaban su «escrache» a las dependencias populares, lo que consideraron más «preocupante» incluso que la denuncia que ha interpuesto ya el PP contra su formación.
Y es que los anticapitalistas quedaron en solitario en el Parlament. Todos los grupos parlamentarios –Junts pel Sí (ERC y PDeCAT), Catalunya Sí Que Es Pot, C’s y PSC–, excepto ellos, firmaron una declaración institucional de condena de los hechos. El texto incluyó una decidida reprobación de la acción, definida como intimidatoria. «El Parlament rechaza firmemente el escarnio y la ocupación que en el día de ayer el grupo político Arran organizó en la sede del PP», reza el escrito. «El respeto a todas las formaciones políticas democráticas es la base del sistema institucional», añade, y sitúa «la discrepancia política e ideológica» como garantía de «pluralismo», lo que «no puede ser nunca motivo para justificar ninguna intimidación».
Esta operación de Junts pel Sí encendió a la CUP, que lanzó duras críticas contras sus compañeros de viaje independentista. «No nos preocupan las amenazas del PP. Nos preocupan las reacciones de condena en cadena de PDeCAT, ERC y Catalunya Si Que Es Pot», reprochó la líder cupera en el Parlament, Anna Gabriel. En este sentido, comparó la reacción con el «marco mental que quiere imponer el PP». «Nos ha parecido desmedida, desproporcionada y vergonzosa», sentenció la diputada.
El documento fue consensuado entre las distintas fuerzas parlamentarias tras la Junta de Portavoces, y fue sellado por la portavoz de Junts pel Sí, Marta Rovira; el de C’s, Carlos Carrizosa; la del PSC, Eva Granados; el de Catalunya Sí Que Es Pot, Joan Coscubiela, y el del PP, Alejandro Fernández. A esta declaración, también se sumaron las palabras de la portavoz del Govern, Neus Munté, que condenó la acción ayer en la rueda de prensa posterior al Consell Executiu: «No representa el sentimiento y la manera de hacer de los catalanes».
Este nuevo incendio llega en medio de las exigencias de la CUP por la concreción de la fecha del referéndum –cuya plazo máximo para celebrarse es el mes de septiembre–, que el gobierno catalán sigue desoyendo. De hecho, durante el «escrache», los anticapitalistas dispusieron un mitín en el que reclamaron abandonar la vía pactada y, en una advertencia con tintes amenazantes, avisaron: «El pueblo no admite traiciones».
Pero las prisas de la CUP distan mucho del proceder del Govern, que obra con. Munté se limitó a responder con un ambigüo «mantenemos el rumbo que previmos, pero somos partidarios de hacer y anunciar las cosas cuando toque». Esta semana los anticapitalistas no se han quedado solos en su reclama y han encontrado la complicidad de Demòcrates de Catalunya –escisión independentista de Unió–, que también lo vienen pidiendo los últimos días.
El PP denuncia el escrache de la CUP
El PP informó ayer de la denuncia presentada ante los Mossos d’Esquadra contra el escrache de la CUP del lunes ante su sede e hizo constar que entre los concentrados estaban la diputada de la CUP en el Parlament Anna Gabriel y el ex diputado David Fernàndez, y se adjuntan las imágenes de las cámaras de seguridad.
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