Exposición
El cine y la moda, una relación peligrosa
La Filmoteca acoge una exposición y un ciclo en torno a dos formas de arte
La pregunta del millón de dólares, ¿qué fue antes, el huevo o la gallina? Si fue el huevo antes, ¿quíen puso ese huevo, John Travolta? No puede ser. Y si fue la gallina, ¿de dónde salió? La duda es más que razonable e invita a muchas discusiones. Lo mismo podría decirse del cine y la moda, ¿quién influye a quién?, ¿es el cine el que crea la tendencia y los demás la siguen o es el que refleja las tendencias que se han creado? ¿John Travolta creó la fiebre del sábado noche? Quizá no, quizá sólo reflejó una tendencia en ciernes pero, desde luego, después de él, no fue de ninguna otra manera.
La Filmoteca de Cataluña estudia esta compleja relación en un programa que incluye una exposición y un ciclo de películas bajo el título «El film a l'agulla» que quiere rendir homenaje a todos los creadores que han utilizado el cine como medio para influir en la vida y en la forma de vestir de las personas. «Hemos querido detectar todas las formas de relación entre moda y cine, desde vestidos a accesorios y peinados y demostrar lo importante que han sido el uno para el otro», asegura Octavi Martí, comisario de la exposición.
De esta forma, podemos comprobar como Ursula Andress mostró que no hay nada mejor que un bikini blanco para salir del mar, cómo Faye Dunaway popularizó el «look» de los años 20 a finales de los 60 con «Bonnie & Clyde» o cómo actrices como Audrey Hepburn en «Desayuno con diamantes», Rita Hayworth en «Gilda» o Diane Keaton en «Annie Hall» marcaron estilo a tres generaciones de mujeres. «La moda reinterpreta personajes, determina su conexión con el público y a partir de allí crea tendencias», sentencia Martí.
La exposición cuenta además con la colaboración de la Escuela Superior de Diseño, cuyos alumnos han reinterpretado vestidos legendarios como el «Casanova» de Donald Sutherland. Además, la diseñadora Ariadna Papió, responsable del vestuario de «Bruc», que ha cedido algunos de los vestidos de la película. «Tenía como base los trajes de la época, pero el director me pidió que fueran más versátiles, más heroicos, y en eso radica el trabajo de convertir trajes de época en trajes de película», asegura Papió.
La peluquería también tiene su espacio, del corte «garçon» de Jane Seberg o Mia Farrow a la raya al lado de Veronica Lake. «Gracias a los peluqueros, creemos que Cleopatra tenía el pelo liso, cuando al ser egipcia era rizado y con trenzas, pero esa es la libertad del cine», señala Rafael Pagés.
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