El crimen descubierto en Sants se cometió con arma de fuego y se debió a una deuda

El homicidio se cometió con disparos, ya que se hallaron casquillos de bala precisamente en una explanada de un polígono de Albesa (Lleida), que fue la última población donde la víctima fue vista viva.

Pese a que está decretado el secreto de actuaciones, se van sabiendo más detalles sobre el crimen de Eduard Ardiaca, el hombre que apareció muerto el viernes en el maletero de un coche en el barrio barcelonés de Hostafrancs.

Ayer se supo que el homicidio se cometió con disparos, ya que se hallaron casquillos de bala precisamente en una explanada de un polígono de Albesa (Lleida), que fue la última población donde la víctima fue vista viva. Llevaba cinco días desaparecido.

A partir de ese descubrimiento, los Mossos movieron los hilos, lo que les hizo llegar hasta Josep Puig-Gros, un empresario cárnico de Lleida de 47 años. De momento es el único detenido por el homicidio y ya ingresó en prisión. Según las primeras investigaciones, todo apunta a que el móvil del crimen fue por motivos económicos.

Es posible que Ardiaca debiera importantes cantidades de dinero al supuesto homicida, extremo no confirmado. La cárcel, ordenó el juez, es incondicional y sin fianza.

Los Mossos encontraron la mañana del viernes el cadáver en el interior de un vehículo que llevaba varios días estacionado en la calle de Béjar. Fue por el aviso de un vecino, dueño de un bar restaurante muy cercano, que estaba harto del fuerte hedor, y además vio rastos de sangre.

Se da el caso de que la Policía Autonómica ya detuvieron el miércoles en Lleida a Josep Piug–Gros. uno de los cuñados del fallecido, por su presunta relación con la desaparición forzosa de la víctima, que de momento lo niega absolutamente todo.