Sanidad Pública

El Hospital del Mar inaugura nuevas urgencias con déficit de médicos

Colau hace un alto en su baja para visitar con Puigdemont las nuevas instalaciones, «ejemplo de colaboración entre los dos gobiernos»

El president Carles Puigdemont y la alcaldesa Ada Colau, ayer en el centro sanitario del Hospital del Mar
El president Carles Puigdemont y la alcaldesa Ada Colau, ayer en el centro sanitario del Hospital del Marlarazon

Colau hace un alto en su baja para visitar con Puigdemont las nuevas instalaciones, «ejemplo de colaboración entre los dos gobiernos».

A Ada Colau todavía le quedan diez semanas de permiso de maternidad. Pero ya dijo que haría una baja atípica y que si el bebé le dejaba, se escaparía a «algunas reuniones o actos públicos que tengan un carácter esencial o muy importante». La inauguración del nuevo edificio del Hospital del Mar era uno de estos actos (el Pacto Nacional por el Referéndum, no). Colau reapareció ayer por primera vez después de dar a luz a su hijo Gaël para visitar junto a Carles Puigdemont y el conseller de Salud, Antoni Comín, las nuevas instalaciones del Hospital del Mar, 15.877 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas.

La alcaldesa se convirtió sin quererlo en juez y parte de la noticia, porque además de explicar que el nuevo edificio ha permitido agrupar los servicios de oncología o ampliar espacios de las áreas de urgencias, cirugía y ginecología, fue una de las últimas mujeres que parió en las antiguas salas de parto del hospital. De eso «hace seis semanas», explicó ella misma con emoción.

Había cierta curiosidad por ver a Puigdemont y Colau juntos, después de que el partido de la alcaldesa dijera «no» a respaldar una consulta ilegal. Aunque el recorrido por las nuevas instalaciones duró bien bien 40 minutos, apenas se les vio hablar. El president iba acompañado de Xavier Trias, para quien Colau tuvo unas palabras. «Hay que reconocer el esfuerzo del anterior equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Barcelona», que retomó las obras del nuevo edificio, después de que un grupo de directores de servicios médicos del hospital pidieran al gobierno de la ciudad que se implicara en la financiación.

Las obras para ampliar urgencias empezaron en 2006, bajo la batuta de José Montilla, pero la llegada de la crisis y los recortes de Artur Mas dejaron la remodelación en el aire. Cinco años después, los médicos se rebelaron por carta a Trias por el estado de abandono en el que habían quedado los trabajos. El gobierno convergente inyectó 30 millones y Colau 4 más. Y con este dinero, 42 millones de la Generalitat y una aportación del filántropo Pere Mir para un equipo de radiología, las obras acabaron esta Semana Santa. «Los mayores éxitos son colectivos y compartidos», resumió Colau. También Puigdemont hizo hincapié en que el nuevo edificio es «un ejemplo eficaz entre dos administraciones». Aunque el president empezó su intervención hablando de que el nuevo Hospital del Mar es un proyecto de país. Guiño al proceso y reflexión para Colau.

El Hospital del Mar, nacido en 1914 de una epidemia de tifus, atiende, sobre todo, a Ciutat Vella y Sant Martí, que tiene algunos de los barrios con peores indicadores de salud de la ciudad. Hasta ahora, lo vecinos enfermos de cáncer que debían tratarse con radioterapia tenían que cruzar todo Barcelona hasta el hospital de l’Esperança, a 5,5 kilómetros. Estas excursiones se han acabado con la puesta en marcha del nuevo edificio que ha permitido agrupar los servicios oncológicos.

Las urgencias sumarán 4.000 m2. Mientras que la nueva área gineco-obstétrica cuenta con un 1.200 m2 con salas de parto y dos quirófanos especializados con tecnología puntera, que recuerdan el interior del Halcón Milenario, la nave blanca de la Guerra de las Galaxia. Tienen pantallas para hacer laparoscopias, una técnica que permite operar sin abrir a los pacientes en canal, basta con hacer entre 3 o 4 incisiones para introducir una cámara, una luz y el material médico. Lo que no vieron Colau y Puigdemont fue el bloque con un espacio para dilatar en un medio acuático, que se estrenará en septiembre, igual que urgencias.


Faltan trabajadores

Las nuevas urgencias –2.780 m2 que se suman a los 1.820 existentes, cuatro boxes para atención urgente y cinco para atención crítica–, se estrenaron en mayo, pero ya tienen deficiencias. El comité de empresa del Parc de Salut del Mar trasladó a Puigdemont y Colau que se han ampliado las instalaciones, pero no se ha aumento el personal. Calcula un déficit de personal del 25 por ciento en médicos y enfermeras, y casi un 50 por ciento en auxiliares, camilleros y administrativos. «Menos propaganda, más soluciones», reclaman.