El PP tiende la mano al resto de partidos para arrinconar a la CUP

Con apenas diez diputados, la CUP tiene en vilo a todo el Parlament. Hoy tienen que pronunciarse y no hay político, del color que sea, que no haya aportado su granito de arena. El líder del PP, Xavier García Albiol, aprovechó la presentación de un «acuerdo para la estabilidad y el progreso» para pronunciarse al respecto y reconocer que le da «miedo». Por ello, apeló a CDC para que no «sucumba» a las políticas antisistema. Esa es la razón del acuerdo, evitar que las políticas de la Generalitat se encuentren condicionadas por un partido «trotskista y antisistema», señaló el popular.

Así las cosas, Albiol presentó su primera propuesta al frente del PP y no es otra que un acuerdo extensible a todas las formaciones del arco parlamentario para asegurar alguno de los pilares económicos y sociales de Cataluña. Eso sí, en ningún caso está sobre la mesa la posibilidad de formar gobierno con Junts pel Sí ya que cualquier política identitaria queda fuera del acuerdo. «En base a propuestas concretas como rebajar el IRPF en el tramo autonómico, garantizar que nadie toque la escuela concertada y garantizar la política sanitaria, sí podemos llegar a entendernos», señaló García Albiol durante la presentación del decálogo.

Indistintamente de quien esté dentro del futuro Govern o en la oposición, Albiol apeló a todos los grupos a trabajar para que «Cataluña no pierda el tren del progreso y la prosperidad». Pero pidió a CDC a que no sea «prisionera de las políticas retrógradas en materia económica y social» que le pueda plantear la CUP, el partido «antisistema y trotskista» que parece que será el «socio preferente» de Junts pel Sí, en donde está integrada Convergència. El dirigente popular admitió que siente «mucho miedo» por la propuesta que hoy desvelará la CUP antes de la negociación formal con Junts pel Sí para la investidura del futuro presidente catalán y la hoja de ruta independentista. Albiol advirtió de que es «terrorífico para Cataluña» que el Govern esté «condicionado» por la CUP, puesto que, según apuntó el popular, esta formación tiene «ideologías» propias del gobierno de Venezuela.

Entre las medidas del decálogo, el PP también ha incluido la negociación de una nueva financiación para Cataluña que Albiol calificó de «injusta». No obstante, esta negociación estaría supeditada a una relación «leal” con el Ejecutivo, en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera de las Comunidades Autónomas, y siguiendo los principios ordinalidad, solidaridad, corresponsabilidad fiscal, el principio subsidiario y el de lealtad institucional.

En el documento, los populares piden poner en marcha las reformas que han quedado retrasadas en los últimos años como la rebaja del IRPF en el tramo autonómico y la supresión del impuesto de sucesiones. También propone destinar un 80 por ciento del presupuesto a las políticas sociales, recuperar el referente que ha sido la sanidad pública catalana, revirtiendo decisiones de los últimos años, y conseguir una educación de calidad para todos, financiando las plazas públicas y concertadas de la educación de 0-3 años.