El PSC abre fuego contra Podemos tras pactar en Barcelona

Tan sólo 24 horas después de que Ada Comú (Barcelona en Comú) y Jaume Collboni (PSC) presentaran el acuerdo que han alcanzado para gobernar conjuntamente el Ayuntamiento de Barcelona, los socialistas catalanes lanzaron ayer una embestida contra Podemos y sus confluencias con el propósito de recuperar una parte del terreno que han perdido en los últimos tiempos ante la formación morada. «Somos la izquierda que no da lecciones morales», subrayó Meritxell Batet ante el consejo nacional del PSC, que aprobó por unanimidad su candidatura a las elecciones generales.

Los socialistas catalanes, víctimas de un enorme e irrefrenable desgaste que ya dura más de una década, se proponen recuperar posiciones en Cataluña, antiguo granero de votos del PSC-PSOE en las generales. El pasado 20 de diciembre, la lista socialista obtuvo un discreto resultado (ocho diputados) y quedó muy lejos de las victorias que consiguió de forma consecutiva entre 1977 y 2011, ya que se vio superada por En Comú Podem (doce escaños) y ERC (nueve).

Batet no lo tiene sencillo para mejorar los mencionados ocho diputados que el PSC-PSOE obtuvo con una candidatura encabezada por Carme Chacón, pero va a intentar una pequeña sacudida. El número dos de la lista será el filósofo Manuel Cruz, de Federalistes d’Esquerres, que ocupará el puesto de Germán Rodríguez, mano derecha de Chacón que ha decidido no concurrir en la la lista porque tan sólo se le ofreció ir de número 6 por Barcelona. Cabe recordar en este punto que los socialistas lograron cinco diputados en esta circunscripción el pasado 20-D.

Quien tampoco estará en la lista en esta ocasión es el ex primer secretario del PSC Pere Navarro, a quien únicamente se le propuso ir de número ocho pese a contar con el apoyo de la federación del Vallès Occidental. Otros lugares destacados de las listas candidaturas socialistas son los de Mònica Lafuente por Lleida, Joan Ruiz por Tarragona y Marc Lamuà por Girona, mientras que para el Senado serán Carles Martí (Barcelona), Cristina López (Girona), Francesc Boya (Lleida) y Joan Sabaté (Tarragona).

Batet lanzó su precampaña esta misma semana arropada por Pedro Sánchez. Ambos dirigentes subrayaron el perfil catalanista del PSC, el cual se ha visto diluido debido a las crisis internas que ha sufrido el partido a cuenta del derecho a decidir. Éste va a ser uno de los mensajes de una campaña en Cataluña que, en todo caso, va a caer en buena parte sobre los hombros de Sánchez.

Pero la candidata también va a tener mucho trabajo. La antigua estrategia del PSC de concentrar el voto anti PP –la cual propició grandes éxitos electorales a los socialistas– ya no funciona. Sus adversarios se han multiplicado y las fugas de electores no sólo se han producido hacia las filas de Podemos, sino también hacia las de Ciudadanos.

El partido de Albert Rivera también figura entre sus objetivos. «El PSC no se ha creado en una empresa de comunicación», subrayó Batet, en alusión a los esfuerzos mercadotécnicos que caracterizan a la formación naranja.

La candidata, consicente de que la pluralidad política de las elecciones del 20 de diciembre «ha venido para quedarse», se esforzó en polarizar la contienda entre PP y PSOE y subrayó que el 26-J se decide «entre una España inmovilista o cambiar España». Añadió en este sentido que el PSOE se ha mostrado en las negociaciones para intentar configurar un Gobierno central como «la única fuerza de izquierdas transformadora y responsable», y que ha asumido riesgos y ha pensado en el país, según ella, más que en siglas o intereses.

Reforma federal

Batet, por otra parte, trajo a colación el proyecto estrella de los socialistas para solucionar los conflictos territoriales en España, es decir, la reforma de la Constitución. Subrayó que es un «compromiso» de la lista que el PSC lleva al Congreso y suyo propio, y expresó su voluntad de convertir España en un Estado federal, con un pacto de convivencia que, según ella, muestre el orgullo de la diversidad.

Parafraseando al expresidente de la Generalitat y exalcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, la candidata del PSC clamó: «Lo que es bueno para Barcelona es bueno para Cataluña, y lo que es bueno para Cataluña lo es para España». Añadió en esta línea que «Cataluña necesita un PSC fuerte que impulse un cambio político en España». «Somos la mejor opción para Cataluña. Porque defendemos los derechos sociales, libertades e igualdad. Porque representamos el catalanismo valiente y comprometido», dijo.