El desafío independentista
El separatismo asume el poco eco internacional del «procés»
Artur Mas admite que ya «no nos miran» y Anna Gabriel reconoce que es una «carrera de fondo»
Artur Mas admite que ya «no nos miran» y Anna Gabriel reconoce que es una «carrera de fondo».
Tras la DUI del 27 de octubre, el independentismo se sumergió en una cascada de afirmaciones autocríticas sobre la falta de preparación para llevar a cabo la ruptura con el Estado. Pero no ha sido hasta que los dirigentes separatistas se han visto delante de la acción de la justicia cuando han empezado a sucederse declaraciones mucho más delatoras: se ha reconocido desde la ilegalidad del referéndum del 1-0 hasta la nula efectividad de la declaración de independencia. El último en hacerlo fue el ex presidente de la Generalitat, Artur Mas, quien no solo admitió delante del juez el segundo extremo, sino que ayer fue más allá y reconoció que la DUI ha suprimido todo el eco internacional del «procés». «Ya no nos miran los poderes centrales», afirmó en una entrevista en Rac1.
Este parecer de Mas coincidió, precisamente, con el de la ex diputada de la CUP, Anna Gabriel, fugada ahora en Ginebra. Gabriel, en una entrevista en TV3, asumió que durante estos años no han obtenido los posicionamientos de otros países que les hubiera gustado, pero aseguró que no se van a resignar porque lo conciben como una «carrera de fondo». En su caso, estar en Ginebra (Suiza), como en el de Carles Puigdemont en Bruselas, el objetivo no es otro que huir de la justicia española y dar dimensión internacional al independentismo. «Mi compromiso está en la defensa de los derechos y la democracia, de los derechos básicos y fundamentales, y creo que desde aquí puedo contribuir a seguir denunciando la situación de las personas que están en prisión», aseguró y añadió que su objetivo es reivindicar «el derecho de autodeterminación, los derechos civiles y políticos» ante los organismo internacionales que tienen sede en Ginebra.
Asimismo, también Artur Mas, reconoció que hubo «engaños» durante el «procés». Para Mas, la política tiene muchas veces un «componente simbólico y estético» y los argumentos se «exageran o se inflan para quedar bien posicionado ante la opinión pública», lo que, según dejó entrever, ocurrió con la DUI. En todo caso, fue explícito en su rechazo a que se votara en el Parlament: «No tenía un recorrido real», aseguró, algo que sabían «todos los diputados». A su juicio, tras el 1-O se tendría que haber convocado elecciones, y en esa línea presionó al Govern, ya que consideraba que el independentismo había obtenido suficiente proyección internacional con la jornada del 1-O.
También se expresó sobre su sucesor, Carles Puigdemont, al que evitó hacer sugerencias y reconoció que está en una situación «delicada». «Hay determinadas decisiones que solo las puede tomar una persona y hay que respetar el tiempo que requieren esas decisiones», aseguró Mas. De esta manera, evitó especular sobre si Puigdemont dará o debe dar un «paso al lado» y deslizó su mala relación con él: llevan sin hablar directamente desde diciembre, cuando viajó hasta Bruselas para mantener un encuentro.
Puigdemont hace ahora autocrítica tras el 21-D
El ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, hizo ayer autocrítica por que no se haya formado todavía Govern, cuando se cumplieron dos meses de las elecciones del 21 de diciembre. En un mensaje a través de las redes sociales, Puigdemont admitió que es «consciente» de que las negociaciones deberían haber ido más de prisa», pero aseguró que no ha podido ser así por la «compleja situación» existente. Así, pidió aparcar los «reproches» y reclamó «solidaridad».
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