El temporal obliga a cerrar los accesos a las playas de la Ciudad Condal

A las intensas lluvias se sumó ayer un temporal de mala mar. Mientras en la Costa Brava se registraron olas de hasta 6 metros de altura, en Barcelona, el Ayuntamiento obligó a cerrar los accesos a las playas para evitar tragedias como la vivida el fin de semana pasado, cuando una mujer murió arrastrada por una ola en Roses.

Asimismo, los trenes que recorren el Maresme se vieron obligado a circular por una sola vía lo que provocó que acumularan retrasos de más de media hora. Las playas catalanas, como la de Blanes, que desapareció por tercera vez en cinco años a causa del fuerte oleaje, se vieron fuertemente afectadas.

Por otro lado, la lluvia también causó estragos. Las inundaciones obligaron a cortar algunas carreteras comarcales y dejó sin luz a más de 2.000 abonados de Sant Feliu de Pallerols, Planes d'Hosteles, Arnés y Salou. Protección Civil alertó del aumento de los ríos Ter y Fluvià y el riesgo de desbordamiento.