Educación

Enseñanza recibe en los últimos 6 meses 17 instancias para que la educación sea bilingüe

La respuesta de la Generalitat, en todos los casos, es ofrecer a los alumnos atención individualizada

La Razón
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Desde el pasado mes de septiembre y hasta el 30 de enero de este año, la Generalitat ha recibido 17 instancias en las que las familias solicitaban que sus hijos sean escolarizados tanto en catalán como en castellano.

Desde el pasado mes de septiembre y hasta el 30 de enero de este año, la Generalitat ha recibido 17 instancias en las que las familias solicitaban que sus hijos sean escolarizados tanto en catalán como en castellano. El dato lo aporta la propia consellera de Enseñanza, Irene Rigau, en una respuesta parlamentaria instada por el portavoz del grupo popular en el Parlament, Enric Millo. Todas las peticiones han sido correspondidas con una atención individualizada escolar, tal y como establece la Ley de Educación de Cataluña, señala la consellera en su escrito.

«El hecho de que algunos alumnos pidan atención especializada en castellano no alterará el modelo general de inmersión lingüística, que está avalado por una sentencia significativa del Tribunal Supremo», defendió ayer el presidente de la Generalitat, Artur Mas, al hacer balance de sus primeros 100 días de gobierno en sede parlamentaria. Pero para las familias que solicitan que el sistema educativo catalán sea bilingüe de forma efectiva no se trata sólo de que «algunos alumnos pidan» y menos aún que lo que pidan sea «atención especializada en castellano». Como señaló ayer el secretario de Convivencia Cívica Catalana, José Antonio Martínez, «no es una cuestión de números, porque eso es desvirtuar y reducir la cuestión en sí; se trata de derechos amparados por las leyes y avalados por los tribunales».

Bilingüismo vs caso a caso

Precisamente, la última sentencia sobre la cuestión que dictó el pasado mes de febrero el Tribunal Supremo, sin obligar a la Generalitat a modificar el modelo de inmersión lingüística, sí insta a que los centros garanticen la enseñanza tanto en castellano como en catalán a los escolares que lo soliciten, extendiéndose la obligación a sus compañeros de colegio. Esta es la interpretación legal que desde Convivencia Cívica realizaron al conocerse fallo por lo que denunciaron que la decisión judicial llevaba a la creación de dos tipos de aulas, monolingües y bilingües. Para la Generalitat, las diversas sentencias «han reconocido la situación jurídica individualizada de los hijos de los recurrentes y no se refieren a un pronunciamiento general referente al uso del castellano como lengua vehicular de nuestro sistema educativo», concreta Rigau en su respuesta.

Así, a los alumnos que solicitan ser escolarizadas tanto en castellano como en catalán, la única respuesta que les ofrece Enseñanza es la de recibir una atención individualizada. Un trato se fundamente en cuatro aspectos, «proporcionar una información oral y escrita que permita que el alumno entre en contacto con la asignatura»; «facilitar el ejercicio y la aplicación de los conocimientos adquiridos para asimilarlos en clase y en los deberes»; «examinar los aprendizajes alcanzados por el alumno»; y «notificar a la familia el progresos, así como de toda la actividad escolar, en castellano».

Lo que no explicita la consellera en su respuesta es que, además de esas 17 solicitudes de familias que han pedido que «el castellano se utilice también como lengua vehicular en el sistema público», otras familias han pedido la atención individualizada. Este tipo de petición se realiza en el momento de la matrícula, es decir, antes de que inicie el curso, o incluso, una vez comenzado. Sería el caso, por ejemplo, de un alumno que aterriza en Cataluña a mitad de curso y desconoce la lengua, por lo que su familia solicita que en el centro le ayuden a ir asimilando el catalán y a avanzar en el resto de materias para que el idioma no suponga una barrera para la excelencia.