Elecciones catalanas
ERC, el «verdugo» de Puigdemont
Esquerra se ha convertido en el principal impedimento para que el ex president haya sido investido. En todo momento ha velado por el cumplimiento de la legalidad, poniendo trabas a cualquier iniciativa de JxCat
Esquerra se ha convertido en el principal impedimento para que el ex president haya sido investido. En todo momento ha velado por el cumplimiento de la legalidad, poniendo trabas a cualquier iniciativa de JxCat.
Aunque todavía siguen inmersos en las negociaciones y no hay nada cerrado, cada día que pasa, más elementos permiten pronosticar que ERC se va a acabar llevando el pulso con JxCat por la investidura de Carles Puigdemont. Desde la campaña electoral, los republicanos dejaron entrever su idea por pasar página a la tensión de los últimos meses y abogar por la moderación y la distensión con el Estado. Este planteamiento, sin lugar a dudas, encerraba también la pretensión por eludir excentricidades como la que propone Puigdemont, de ser investido y presidir la Generalitat desde la distancia.
Y aunque desde JxCat se ha insistido y han contado con la fuerza electoral después de consumar una remontada arrolladora, a los republicanos no les ha temblado el pulso y se han plantado desde el minuto uno. A pesar de que han mantenido siempre en público que su candidato era el líder de JxCat, lo cierto es que entre bambalinas han maniobrado siempre para trabar su investidura. Empezó con ello el presidente del Parlament, Roger Torrent, quien decidió unilateralmente aplazar el Pleno del 30 de enero para esperar a que el Tribunal Constitucional resolviera las alegaciones planteadas por el propio Puigdemont y el Parlament al bloqueo de la investidura a distancia. De esta manera, y hasta que el TC decida, no han empezado a correr los plazos hacia unas nuevas elecciones –algo que pretende evitar a toda costa ERC– y permite ir enfriando la opción Puigdemont al tiempo que ha ido ganando terreno la idea de reconocerle como «president legítimo» pero investir a otro candidato, lanzada desde el primer momento por Esquerra. «Antes generaba rechazo, pero ahora ya no», decía recientemente a este diario un dirigente del partido republicano, que se ha mantenido firme.
Tras ello, diferentes voces del partido fueron reclamando en público que fuera JxCat quien tomara la iniciativa y propusiera alternativas para investir a Puigdemont. Y tras ello, parece que JxCat ha intentado dejar la pelota en el tejado de ERC tras registrar una propuesta para modificar la Ley de presidencia y poder hacer efectiva la investidura a distancia, algo que también ha impedido Torrent, tras dejar la iniciativa fuera del orden del día de la reunión de la Mesa de la semana pasada.
Así, si la CUP envió a la papelera de la historia a Artur Mas, será ERC, con toda probabilidad, quien lo haga con Carles Puigdemont sea ERC. En una entrevista en la ACN, la portavoz de JxCat, Elsa Artadi, dejó entrever que Puigdemont ha empezado a ceder al asegurar que están negociando con Esquerra una figura para el Govern que tenga rango superior y pueda suplir la ausencia física del ex president. Para Puigdemont, sin embargo, según continuó explicando Artadi, se reservarían funciones «ejecutivas» para que pueda «marcar hacia donde va Cataluña», aunque todo apunta a que ya empiezan a admitir de que no va a poder ejercer como un presidente al uso, como sí han hecho hasta ahora. «Se está preparando toda la estructura logística para hacer viable que se pueda operar si hiciera falta desde Bruselas y desde Barcelona», zanjó Artadi, una de las alternativas a Puigdemont, aunque día a día pierde fuerza.
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