Investigación científica
Esteller da una oportunidad a enfermos de cáncer desahuciados
Su proyecto estudiará el perfil genético de cien pacientes para darles un tratamiento personalizado que alargaría 4 veces su vida
En 2050, una de cada dos personas que nacen hoy en España serán diagnosticadas de cáncer a lo largo de su vida. Lo dice la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Esta noticia demoledora viene acompañada de otra que la hace más digerible, según la predicción de científicos de la University Collage de Londres, la muerte por cáncer en menores de 80 años será erradicada en 2050. Hoy, la supervivencia es del 60 por ciento. La clave está en la mejora del diagnóstico temprano, así como en los nuevos escáneres y tratamientos como en los que trabaja el doctor Manel Esteller en el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), financiado por la Fundación Bancaria La Caixa. Esteller, que dirige el programa de epigenética y biología del cáncer, convocó ayer una rueda de Prensa junto al director genral de la Fundación Bancaria La Caixa, Jaume Giró, para dar una buena noticia. Un estudio pionero tratará de forma personalizada a cien pacientes de cáncer que han sido desahuciados después de haber agotado los tratamientos convencionales.
Los cien son enfermos con tumores «extremadamente agresivos» y «habituales» como el de colón, de pulmón, de páncreas y de cerebro, de los que se estudiará el material epigenético–más de 3.000 genes–, para dar una terapia personalizada. Esteller se ha propuesto «rescatar a pacientes que se han quedado huérfanos de tratamiento», personas que han recaído dos veces tras un tratamiento de quimioterapia. Como alternativa, propone estudiar la huella dactilar epigenética. Este estudio permitirá administrar el fármaco más adecuado de un catálogo de mil medicamentos en diferentes fases. Así se prevé alargar la vida del paciente cuatro veces. Y no sólo eso, prevé más y mejor calidad de vida.
Esteller cuenta que hasta el tumor más fuerte tiene un punto débil «Cada tumor tiene su material genético y todos tienen debilidades a nivel genético, como los humanos, se trata de buscarlas», contó. ¿Cómo? A través de una huella dactilar epigenética se podrá analizar «medio millón de puntos de información, de interruptores que se encienden o se apagan en cada tumor».
Hasta hace poco, se creía que los seres humanos se definían por lo que estaba escrito en su ADN, pero se ha demostrado que pequeñas modificaciones químicas propiciadas por factores externos son determinantes en la definición de las células. Esteller investiga qué influencia tiene la epigenética en la réplica de células cancerosas. En dos años confía en extender esta terapia que ahora se hace en Vall d’Hebron, Bellvitge y el Germans Trias i Pujol
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