Ramon Espadaler
Interior cuestiona la veracidad del informe de la Policía sobre el caso Raval
Un día después de asegurar que posiblemente hubo «mala praxis» de los Mossos en la violenta detención del empresario del Gayxample Juan Andrés Benítez el pasado 5 de octubre, tras lo cual falleció, el conseller de Interior, Ramon Espadaler, dio marcha atrás y ayer cuestionó la validez del informe elaborado por la Policía Nacional sobre este suceso. El vecino del Raval murió en el hospital, poco después de ser reducido por ocho agentes de la Policía Autonómica.
En la línea habitual de los últimos titulares del departamento de Interior, Espadaler salió en defensa de los Mossos. Esgrimió la presunción de inocencia de los agentes implicados y retó a la Policía Nacional a demostrar que los citados efectivos de los Mossos golpearon a Benítez en la cabeza y no en el tronco superior. El informe de la Policía Nacional indica que el fallecido vecino del Raval sufrió cinco golpes en la cabeza.
Cinco golpes
Espadaler se escudó en que la investigación interna abierta por el departamento de Interior no demuestra que se propinaran cinco golpes en la cabeza a Benítez. No obstante, el informe de la Policía Nacional indica lo contrario, y la autopsia practicada a la víctima concluyó que el empresario tenía heridas y fracturas en buena parte del cuerpo, cabeza incluida.
El conseller aseguró que, en el caso de que se demuestre definitivamente la agresión a Benítez, aplicarán «medidas disciplinarias». Acompañado por el director general de los Mossos, Manel Prat, y el comisario jefe de la Policía Autonómica, Josep Lluís Trapero, Espadaler insistió en que de momento no se apartará del cuerpo a los policías implicados.
Reiteró el conseller, respecto al citado informe, que «una información tan trascendente debe sustentarse sobre algo más creíble que las imágenes, en un Estado de derecho no son los Mossos quienes deben negar una acusación, sino que quien lo afirma debe demostrarlo». Paralelamente a este caso, la Guardia Civil investiga la escopeta con la que presuntamente se disparó la pelota de goma que hizo perder un ojo a Ester Quintana. El juez encargó el trabajo a un cuerpo ajeno a los Mossos.
Justificó Espadaler sus opiniones al afirmar que el informe policial «se basa únicamente en las imágenes de los vídeos domésticos grabados por los vecinos que se han difundido públicamente», por lo que «sus conclusiones pueden ser erróneas». «La Policía Nacional tiene que acreditar en base a qué imagen sustenta su conclusión clara y rotunda de que hubo golpes en la cabeza de Benítez, se trata de acusaciones trascedentes, y si no se demuestra pediremos explicaciones», dijo.
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