Cataluña

La comunidad educativa se levanta contra el cierre de aulas de P-3

Padres, profesores y alumnos piden que se reduzcan las ratios y menos aulas masificadas en Secundaria

Centenares de personas se concentraron ayer en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona convocadas por el Marco Unitario de la Comunidad Educativa para reivindicar cambios en la enseñanza catalana
Centenares de personas se concentraron ayer en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona convocadas por el Marco Unitario de la Comunidad Educativa para reivindicar cambios en la enseñanza catalanalarazon

Padres, profesores y alumnos piden que se reduzcan las ratios y menos aulas masificadas en Secundaria.

Varios centenares de personas, convocadas por el Marco Unitario de la Comunidad Educativa (MUCE), del que forman parte doce organizaciones de madres y padres de alumnos, sindicatos de docentes y de estudiantes, la Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica y la Asociación de Maestras Rosa Sensat, se manifestaron ayer en la Plaza Sant Jaume de Barcelona contra el cierre de aulas en P3, contra la masificación en la Secundaria y por la reducción de ratios en las escuelas públicas catalanas.

Según las cifras que maneja Comisiones Obreras, el Departamento de Enseñanza tenía previsto inicialmente cerrar 80 líneas de P3 en el curso 2016-2017, sin embargo, las presiones por parte de la comunidad educativa e incluso de algunos ayuntamientos han hecho que esta cifra se reduzca hasta las 59. Por su parte, desde la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de alumnos de Cataluña (Fapac) aseguran que entre el 2012 y el 2015 se han suprimido 475 grupos de infantil, es decir un 4,4% del total, de los cuales un 90% pertenecen a la escuela pública (424) y sólo un 10% a la concertada (51%).

A partir del hecho incuestionable de que en 2016 hay 6.000 nuevos alumnos menos que el año anterior, desde Enseñanza justifican esta política de cierre de aulas en P-3 por el descenso demográfico y aseguran que el descenso de la natalidad ha sido proporcionalmente mayor al número de grupos de P-3 suprimidos. Por su parte, el MUCE, a partir de esa misma cifra, defiende «aprovechar la caída de la natalidad para mantener las aulas y reducir la ratio para aumentar el nivel académico».

En este contexto, la comunidad educativa catalana denuncia además que «la reducción de grupos antes del proceso de preinscripción en la escuela pública comporta desigualdad y falta de equidad». Y es que en estos centros se cierran los grupos en el mes de febrero o marzo, antes de las preinscripciones, mientras que en la concertada se mantienen todos los grupos hasta el mes de septiembre, cuando ya se ha completado la matrícula. Por ello, reclama que todos los centros de enseñanza que se financian con fondos públicos, tanto los de titularidad pública como los de titularidad privada, se encuentren en igualdad de condiciones a la hora de atraer a nuevos alumnos. El objetivo es que Enseñanza mantenga la oferta inicial de plazas del curso pasado y que sean las familias las que, con su libre elección, decanten la balanza.

En contrapartida, en la Educación Secundaria el problema es el opuesto. El aumento demográfico de niños de entre 12 y 15 años ha provocado una masificación y, según datos de Comisiones Obreras para el próximo curso se estima que serán necesarias 297 clases más.

Contra las escuelas de elite

La concentración de ayer sirvió también para reivindicar un plan con calendario urgente de mejoras de edificios y equipamientos de los centros educativos públicos; otro plan sobre la construcción de nuevas escuelas públicas y la supresión de los conciertos con las escuelas de elite que segregan por sexos. Sobre este último punto se manifestó ayer la consellera de enseñanza de la Generalitat, Meritxell Ruiz, quien mostró su oposición a esta reivindicación y defendió el mantenimiento de estos conciertos.

En este sentido, Ruiz, quien se ha formado en un colegio del Opus, señaló que «las escuelas están concertadas desde hace muchos años; en todo caso, las fuerzas políticas que piden la descentralización deberían explicar por qué en aquel momento las concertaron». «Este es un modelo válido, los conciertos están renovados, son contratos que se tienen que mantener y que están reconocidos en nuestra ley», recordó la consellera.