Cataluña
La corrupción y la independencia crispan los dos debates a siete
Exponen siete propuestas territoriales distintas que dificultan la salida al problema catalán
En Cataluña, el bipartidismo murió hace años. Los dos primeros debates entre candidatos –uno por la mañana organizado por El Periódico y otro en 8tv–, no era a cuatro sino a siete bandas. Viejos conocidos como Carme Chacón (PSC), Jorge Fernández (PP) y Josep Antoni Duran Lleida, con nuevas caras que defienden siglas habituales del panorama político catalán, Francesc Homs (CDC) y Gabriel Rufián (ERC) y otras emergentes como Juan Carlos Girauta (Ciutadans) y Xavier Domènech (En Comú Podem). Poco que ver con el debate de Atresmedia, donde los emergentes, Rivera e Iglesias, mostraron su pujanza.
Mientras en Madrid, las encuestas dan una victoria pírrica al PP, en Cataluña, hablan de un empate a cinco. La dinámica electoral también cambia en el noreste de la Península, que ha dejado de ser territorio socialista.
Cataluña no es un oasis. No es un oasis de corrupción, tal y como recordaron Girauta, Rufián y Domènech al ministro popular, Chacón, Homs y Duran –hace un año CiU, hoy enemigos públicos–. La lucha contra la corrupción alineó a candidatos opuestos ideológicamente. Las fuerzas gobernantes –nacionalistas y populares– fueron el blanco de sus críticas, también por los recortes al Estado del bienestar y la reforma del artículo 135 de la Constitución para blindar el cumplimiento del déficit. Rufián, que intervenía como quien recita un poema de Lorca, para desespero del moderador que pedía celeridad, demostró haber ido a EGB cuando echó en cara a Homs y Fernández que parece que hayan cogido un DeLorean –la máquina del tiempo–, y hayan borrado de su memoria la Gürtel, las tarjetas black o al clan Pujol. En su primera intervención sobre corrupción Homs y Fernández sólo hablaron de las medidas transparentes que han puesto en marcha sus gobiernos.
Aunque no es un oasis, tiene dinámicas propias. La batalla de la izquierda, virtual ganadora, es más turbulenta. Y los momentos más tensos en un debate son por la independencia, donde no hay un proyecto igual. Difícil solución auguró Duran, que resume que el proceso ha roto CiU, el PSC, también ha tensionado ICV y todo para «reforzar» a ERC. En Comú Podem propone un referéndum que sólo apoya Unió. Rufián y Homs no ven más allá de la independencia y el PSC trata de diferenciarse del PP y C’s en su defensa de España, añadiendo el adjetivo federal
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