Danza
La cultura vuelve a la calle
La Fira de Tàrrega calienta motores a una semana de su inauguración con 52 compañías y 476 artistas mostrando sus últimos trabajos.
La calle no tiene dueño, es de todos, y como espacio público es un lugar extraordinario para el encuentro, la integración y la mixtura de todo tipo de gente. Por eso es un espacio único para la experiencia cultural y artística, y un estupendo campo de juegos y fiesta. Todas estas cosas son los ejes de la Fira de Tàrrega, uno de los festivales/mercado de teatro de calle más importante del sur de Europa. El próximo jueves se inaugura una nueva edición, y ya van 37, de un feria que en cuatro días traerá a 52 compañías nacionales e internacionales, 476 artistas, 261 funciones y 23 espacios de exhibición que convierten a todo un pueblo en una gran ventana abierta a las últimas tendencias de las artes escénicas.
La nueva edición empezará con nota, con un montaje participativo de 40 horas que quiere ser una invitación a todos los visitantes y residentes de la localidad a quererse un poco más. Bajo el título «urGent Estimar», Ada Vilaró y Josep Perelló han organizado una serie de actividades silenciosas que incluyen comida, dormir en la plaza Mayor de la localidad y un fin de fiesta con el Quartet Casals y Lydia Pujol. «La presencia y el silencio son los pilares que sustentan esta performance que incluye sensores en mi corazón y en los de otros participantes que posibilita que nuestros latidos se oigan en alto. Lo que conseguimos es crear un coro de corazones», afirmó ayer Vilaró, que aseguró que preparan el montaje desde el pasado marzo.
Los diferentes montajes, con un 40 por ciento de estrenos y 16 coproducciones de la propia feria, están divididos en cinco segmentos, participar, reclamar, actuar, celebrar y jugar. Entre los espeectáculos, por ejemplo, destaca «Hamlet (entre todos)», de la compañía madrileña Los números imaginarios. La obra es una adaptación modernizada del clásico shakespiriano en la que el público forma parte del espectáculo. La puesta en escena es la boda del rey Claudio con la madre de Hamlet y los espectadores serán los invitados, haciendo el papel, según su edad, en Ofelia, Claudio, Gertrudis o Horacio. «Son cuatro horas de espectáculo, algo corto si tenemos en cuenta que es una boda, en el que queremos jugar, y que el público juegue con nosotros, con este clásico», dijo Carlos Tuñón, instigador del montaje.
Otro de los espectáculos clave será «Ferida», de la portuguesa Julieta Aurora Santos, que ha unido a tres artistas portugueses y tres catalanes para hablar de memoria histórica y de las heridas que todos tenemos abiertas y que necesitamos cicatrizar para poder avanzar. «Quería crear algo entre dos países que están cerca pero que no hablan mucho. El montaje intenta vencer los tiempos de silencio y dolor y desnudar laas capas que nos esconden», dijo Santos.
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