Órdago de la CUP el 6-D: los ayuntamientos abrirán

La CUP abrirá el próximo 6 de diciembre, día de la Constitución, los ayuntamientos en los que gobierna y los grupos municipales de la formación trabajarán, según han acordado en la quinta asamblea de cargos electos del partido, celebrada hoy en Sant Celoni (Barcelona).

La CUP prepara un golpe de efecto de cara al próximo 6 de diciembre, Día de la Constitución, con el objetivo de escenificar la fuerza del movimiento independentista y su capacidad para el desafío. La formación antisistema celebró ayer en Sant Celoni (Barcelona) una asamblea de sus cargos electos y acordó abrir las puertas de todos aquellos ayuntamientos donde gobierna el próximo 6-D. En total, la CUP tiene 20 alcaldías en Cataluña y forma parte del equipo ejecutivo de otros 10 consistorios.

«La CUP hará una movilización general de sus bases para que reviertan la jornada festiva y la conviertan en el día de inicio del proceso constituyente en Cataluña», anunció la formación en un comunicado. De esta manera, la CUP seguirá sus propios pasos, ya que el pasado 12 de octubre (Día de la Hispanidad) ya protagonizó un desafío semejante. En aquella ocasión, más de 40 ayuntamientos catalanes controlados por ERC y la CUP–la mayoría de pequeño tamaño– abrieron sus dependencias, aunque ninguno levantó tanto revuelo como Badalona (tercera ciudad de Cataluña).

El Govern ha optado por colocarse de perfil ante esta iniciativa. Ni la ha incitado ni tampoco la ha censurado. Así las cosas, la CUP se ha sentido completamente legitimada para llevar adelante sus planes. «Queremos convertir los ayuntamientos en la punta de lanza del proceso independentista», subrayaron. Con este propósito, los antisistema han ordenado mantener la actividad a todos sus grupos municipales, lo que implica a unos 130 concejales en el conjunto de Cataluña.

El nuevo delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, anunció esta semana que no piensa actuar contra los cargos municipales que opten por trabajar el Día de la Constitución siempre y cuando no comprometan la festividad de los funcionarios. «Si un político quiere trabajar, que lo haga», manifestó Millo.

La CUP no pudo contenerse ayer y respondió al delegado del Gobierno. «Queremos dar la bienvenida al nuevo delegado y lo haremos el 6 de diciembre. El recibimiento “cupero” será una demostración de fuerza del independentismo y un llamamiento a la desobediencia de centenares de ayuntamientos», dijo Núria Gibert, portavoz del secretariado nacional de la CUP.

El talante de Millo

Los antisistema no se plantean seguir las recomendaciones de Millo. Al contrario. Piensan invitar a trabajar a todos los empleados municipales que así lo deseen, contraviniendo así la legalidad. De esta forma pretenden dinamitar la estrategia puesta en marcha por Millo, que incluso ha mostrado su disposición para reunirse con las entidades municipales independentistas. «En vez de instar a hacer cosas fuera de la Ley, que generan conflicto, sería mejor sentarse y hablar», ha considerado el nuevo delegado.

Antes de que Millo tomara posesión de su nuevo cargo, la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) propuso que los cargos electos –no los funcionarios– trabajasen durante el Día de la Constitución centrando su actividad en materia social, es decir, dedicándose a tareas cívicas y solidarias, ya que esto no implica necesariamente la apertura de las dependencias municipales al público al ser actos que, normalmente, se realizan en la calle. Además de este llamamiento a trabajar, la AMI también prepara un manifiesto para la ocasión en el que se defenderán «los derechos de Cataluña».