La CUP denunció al president por colocar cargos «a dedo»

Ironías del devenir político catalán: el mismo partido que hizo posible el pasado domingo la investidura de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat, la CUP, denunció al ex alcalde gerundense por colocar «a dedo» a ocho personas de confianza para que dese mpeñaran diversas tareas de carácter técnico en el Ayuntamiento de Gerona. A la CUP ahora no le parece tan mal que Puigdemont sea president a pesar de haber sido nombrado también «a dedo» por el líder de Convergéncia, Artur Mas.

Fue el concejal de la CUP Lucas Salellas quien denunció estos hechos, que fueron admitidos a trámite por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Gerona el pasado 19 de octubre, es decir, apenas unas semanas después de que se celebraran las elecciones municipales en Cataluña y el resto de España. Para la CUP, al menos en aquel momento, esta práctica de contratar a personas sin que medie concurso público es ilegal, aunque Convergència la practica en muchos ayuntamientos de toda Cataluña.

Las ocho personas contratadas por Puigdemont para dirigir áreas técnicas clave del consistorio gerundense cobraban salarios que iban desde los 40.000 euros hasta los 70.000. La CUP llegó a pedir que se suprimieran estas plazas. Los hechos que fueron objeto de la denuncia del partido antisistema tuvieron lugar en 2011, poco después de que se produjeran las elecciones autonómicas y municipales de aquel año. En las de 2015, el convergente Carles Puigdemont logró diez escaños, tres menos de la mayoría absoluta. Hasta que fue elegido presidente de la Generalitat gobernaba, por tanto, en minoría.

El convergente Carles Puigdemont, alcalde de Girona desde 2011, fue investido el pasado domingo con la mayoría absoluta del Parlament de Cataluña, en el límite del plazo legal, que expiraba ayer. Éste fue el desglose de los 70 diputados que le apoyaron: 62 de Junts pel Sí y 8 de la CUP. El resto de diputados de las CUP, dos más, se abstuvieron. Puigdemont fue el candidato alternativo a Artur Mas, que renunció el sábado a la reelección en virtud de un pacto de gobierno con la CUP. En contra votaron el resto de diputados del Parlament: los 63 diputados de C’s, PSC, CSQEP y PP.

El nuevo presidente del Ejecutivo catalán pertenece al sector más independentista de Convergència Democrática de Cataluña y no figuraba en ninguna de las quinielas que se barajaban durante las interminables negociaciones que han tenido lugar después de las autonómicas catalanas del 27 de septiembre de 2015. Se ha comprometido a sacar adelante la Hacienda catalana y el Banco Nacional.