La CUP desafía al Govern y no ve motivo para convocar elecciones si no hay cuentas

Los antisistema piden a la Generalitat centrarse en hacer «efectivo» el referéndum y no supeditarlo a los presupuestos.

La CUP se encargó ayer de volver a poner sus desencuentros con el Govern sobre la travesía independentista. Tras unos días donde el referéndum y los «comunes» han recogido todas las atenciones, la diputada de los cuperos, Anna Gabriel, alimentó las incertidumbres en torno a la aprobación de los presupuestos, que la Generalitat siempre ha vinculado a que siga en pie la hoja de ruta rupturista: «Entendemos de que en caso de que no se aprueben, no habrían motivos para acabar la legislatura ni convocar elecciones, sino que nos tendríamos que situar en hacer efectivo este referéndum».

De esta manera, Gabriel trató de descargar responsabilidad sobre su partido, que está cargando en los hombros con el arduo cometido de ser el único aliado posible del Govern para sacar adelante las cuentas. Una labor que tiene como fecha límite el 28 de enero, cuando las bases de la CUP deliberarán si dan el plácet a los presupuestos o abocan a Cataluña a nuevo avance electoral, y por tanto, truncan el proyecto de autodeterminación.

En una entrevista en Catalunya Ràdio, Gabriel dio pábulo a las reticencias al señalar que la militancia está «preocupada» y enumeró una serie de elementos que pueden determinar la decisión final. Entre ellos, la sanidad y el BCN World. Sobre este último, reprobó que se aprobara el Plan Director Urbanístico a finales de año. Y es que esta es una de las cuestiones más espinosas y con las que más beligerantes han sido los anticapitalistas, reconociendo además diferencias de carácter técnico e ideológico: lo han definido en diversas ocasiones como un proyecto de «juego y vicio».

Sin olvidar tampoco, otro tipo de peticiones que han planteado con las enmiendas, y que pretenden reubicar 760 millones en «políticas sociales». Entre estas, aparece la dotación de 45,4 millones de euros para satisfacer la renta garantizada de ciudadanía, lo que podría traer tensiones con el PDECAT –antigua Convergència– que no ve bien la propuesta por lo que representaría de «cultura del subsidio». Otra cuestión relevante y que podría resquebrajar las relaciones entre anticapitalistas y Govern son las actuaciones que lleven a cabo los Mossos d’Esquadra, y que se dirijan contra manifestaciones del entorno cupero.

En cualquier caso, Gabriel reiteró que los presupuestos no «pueden ser moneda de cambio» de la consulta de autodeterminación. «Hemos dicho que no podíamos devaluar el referéndum porque es una exigencia mayoritaria», subrayó la diputada de la CUP, que naturalizó la posibilidad de que se puedan prorrogar las cuentas. «Se realizan las modificaciones adecuadas para las necesidades que hayan y nos centramos en el referéndum», zanjó Gabriel.