La «Elektra» de Chéreau llega al Liceu

El montaje a partir de la partitura de Strauss llega por primera vez a España con la dirección musical de Josep Pons.

La puesta en escena que el desaparecido Patrice Chéreau realizó para la ópera «Elektra», de Richard Strauss, aterriza el próximo miércoles en el escenario del Gran Teatre del Liceu donde podrá verse hasta el próximo 23 de diciembre.

Conservando el reparto original seleccionado por el propio Chéreau, entres ellos destaca la presencia de las sopranos Evelyn Herlitzius y Adrianne Pieczonka, la mezzosoprano Waltraud Meier, el tenor Thomas Randle, el bajobarítono –de 92 años– Franz Mazura. A ello se le suma la dirección musical de Josep Pons al frente de la orquesta y coro del Gran Teatre del Liceu.

El director de escena de esta reposición, Vincent Huguet, comentó ayer que le sorprendía que ésta fuera la primera vez que la producción de Chéreau pudiera verse en un escenario español, sobre todo teniendo en cuenta que sentía España como su hogar, además de tener domicilio en Sevilla. «Es un tributo inmejorable hacia él estar aquí. Es muy bonito seguir manteniendo con vida este espectáculo, que es el mismo que hicimos en Aix-en-Provence», dijo Huguet quien agregó que la puesta en escena de esta ópera en diferentes escenarios, como en este caso el del Liceu, supone siempre para él un reencuentro con la obra del director.

Por su parte, la soprano protagonista Evelyn Herlitzius, quien pone voz a Elektra, apuntó que la obra cuenta con el «fantástico humor» del director, y también trasluce su humanidad, así como su capacidad de releer los papeles y la psicología de los personajes, un trabajo desarrollado en los ensayos. En este sentido, la intérprete añadió sobre el trabajo realizado que con Chéreau «nunca había visto a ningún director de escena tal sentido del ritmo, no sólo musical, sino de dominar el ritmo de la propia vida, como tal». La mezzosoprano Waltraud Meier, madre de Elektra en la ópera, relató que tuvo con él un vínculo muy estrecho que llegó a ser una amistad, y alabó de éste su cultura y dominio de las diferentes disciplinas del arte, además del conocimiento de la psicología y la habilidad de ser un buen actor: «Es una gran pérdida pero tenemos la voluntad de mantener viva su producción artística y desarrollar su creación». Igualmente desveló que después de trabajar el papel con Chéreau, éste le dejó claro que no tenía la intención de confrontar a un personaje bueno con otro malo, y también quería reconsiderar la histeria femenina con la que se representaba a los personajes.