Universidad

La facultad de Derecho estrena edificio ...

Dieciocho años después del concurso de ideas, la UB inaugura bloque, pero urge recursos para Farmacia y Bellas Artes.

Ampliar la Facultad de Derecho era todo un reto arquitectónico, se debía construir un espacio que no hiciera sombra al edificio central, Premio FAD 1958 ni al Palacio de Pedralbes, 18 años después del primer diseño ayer se inauguró con alegría.
Ampliar la Facultad de Derecho era todo un reto arquitectónico, se debía construir un espacio que no hiciera sombra al edificio central, Premio FAD 1958 ni al Palacio de Pedralbes, 18 años después del primer diseño ayer se inauguró con alegría.larazon

Dieciocho años después del concurso de ideas, la UB inaugura bloque, pero urge recursos para Farmacia y Bellas Artes.

Montse todavía recuerda el día en que se quedó petrificada entre dos frentes en el vestíbulo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona. A un lado, los estudiantes huían de la Policía Armada. Al otro, los «grises», que era como se conocía a este cuerpo encargado del orden público durante el franquismo, mostraban sus porras. Las algaradas eran habituales en la Facultad de Derecho durante el tardofranquismo, pero ese día, la estudiante se quedó paralizada. Hasta que un policía se le acercó, la cogió del brazo y le dijo: «Ven aquí, alma cándida». La acompañó hasta la puerta y le susurró: «Ahora, corre, corre».

Esta historia en blanco y negro tuvo lugar en la Facultad de Derecho de la Diagonal, un edificio que no pasa de moda. Se construyó en 1957 en tiempo récord, tres meses para redactar el proyecto y ocho para hacer la obra. Fue la primera facultad en trasladarse a la Diagonal. Y un año después, sus arquitectos –Pedro López Íñigo, Guillermo Giráldez y Xavier Subías–, ganaron el primer Premio FAD de la historia.

La Facultad de Derecho necesitaba ampliarse, además del edificio principal cuenta con el auditorio Tomás y Valiente y con una antigua residencia de estudiantes reconvertida en despachos, que tenía muchas carencias Hace 18 años, se presentó el primer diseño de un nuevo edificio. Pero por culpa de dificultades tanto técnicas como financieras, hasta ayer no fue inaugurado. Y lo hicieron por todo lo alto.

Un montón de invitados brindaron ayer por el nuevo edificio y curiosearon sus espacios. Lo más comentado fueron la sala de simulación de juicios, que tiene todo lo que tiene un juzgado real, y el aula de mediación, con la típica habitación con micrófonos en el techo y cristales-espejo como las que salen en las comisarías de las películas para que el arrestado no pueda reconocer a quienes hay tras los cristales. En este caso, tras los cristales, hay una aula para los alumnos. ¡Qué suerte tienen los estudiantes!, exclamaba una profesora.

La primavera pedagógica también llega la universidad. Además de clases magistrales, los alumnos de Derecho podrán ponerse en la piel de abogados y los de Criminología hacer prácticas de interrogatorio. Al nuevo edificio se trasladarán los estudiantes de Trabajo Laboral, que estaban junto a Bellas Artes y los despachos los profesores de la antigua residencia. En total, habrá 150 despachos, 14 aulas grandes, 20 pequeñas, 4 aulas de informática, comedor... de los que se beneficiarán los 7.000 alumnos del total de la Facultad.

La solución del equipo de arquitectos, Enric Sòria, Juan Ignacio Quintana, Neus Lacomba y Víctor Setoain para no hacer sombra al edificio principal ni al Palacio de Pedralbes ha sido un edificio de cuatro plantas, blanco, dividido en cuatro bloques para que llegue la luz natural a todos los espacios.