Salud
La leche materna, la mejor medicina para prematuros
El Banco de Leche de madres donantes ha alimentado a 1.500 bebés desde que se creó la iniciativa en 2011
El Banco de Leche de madres donantes ha alimentado a 1.500 bebés desde que se creó la iniciativa en 2011
El Banco de Leche Materna de Cataluña celebra sus cinco años de vida, tiempo durante el cual ha suministrado leche a 1.500 prematuros
La lactancia artificial es hoy en día una alternativa válida para alimentar a los neonatos, sin embargo la Organización Mundial de la Salud y la mayoría de expertos recomiendan la lactancia materna como la mejor opción de alimentación para los recién nacidos hasta los primeros seis meses. En el caso de lo bebés prematuros está especialmente prescrita la lactancia materna, no sólo por sus propiedades inmunológicas, sino también porque reduce el riesgo de patologías digestivas o intestinales de estos bebés, como la enterocolitis necrotizante.
En Cataluña nacen anualmente 700 niños prematuros extremos, es decir que pesan entre 700 y 1.500 gramos en el momento del alumbramiento o nacen en la 32ª semana, pero desafortunadamente no todos ellos pueden alimentarse de la leche de su progenitora, puesto que muchas madres en estas circunstancias no producen leche suficiente como para alimentar al bebé o no es conveniente que lo hagan. Es por ello que hace cinco años, el Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña puso en marcha el Banco de Lecha Materna, que distribuye este producto en 15 hospitales públicos y privados catalanes.
Desde su inauguración en 2011 esta entidad ha suministrado lecha materna a 1500 niños prematuros gracias a la donación de 2 mil madres, como Miriam Farelo. «Mi sobrino nació a los 6 meses y medio de embarazo y sufrimos por su vida. Esta experiencia fue mi motivación y cuando mi primera hija, Paula, que ahora tiene tres años, tenía siete meses, decidí hacerme donante», explica Miriam, quien con posterioridad hizo lo propio con su otras dos hijas Neus, de 2 años, y Judith, de 6 meses. «Con ellas empecé a donar a la semana de vida de las bebés», comenta esta donante, quien asegura que este gesto de solidaridad no supone ningún sacrificio ni trabajo extra para ella. «Una vez al día, normalmente por la mañana que es cuando más productiva soy, mientras doy el pecho a mi hija, extraigo con un sacaleches, que debo esterilizar al menos una vez al día, la leche para donar del otro pecho, lo que me lleva unos 15 minutos», comenta. A continuación, congela esa leche en un recipiente esterilizado hasta acumular una cantidad razonable, en torno a la decena, y entonces se pone en contacto con el Banco de Leche para que se encargue de la recogida.
Una vez esa leche llega al Banco se congela a menos 30 grados hasta que se procesa. Entonces, ésta se analiza, tanto para comprobar que no contiene virus ni bacterias como para valorar los nutrientes que contiene, y posteriormente se pasteuriza, es decir que se mantiene a 62,5º durante 30 minutos y otros 4 minutos más a 4 grados. Por último, la leche se conserva en el banco a una temperatura de menos 80º hasta que se distribuye a los hospitales, que se encargan de suministrarla a aquellos bebés prematuros a los que el neonatólogo se la ha pautado.
Ayudar a otros bebés
Para Miriam las cosas tampoco han sido fáciles durante la crianza de sus hijas, especialmente con Judith, que tuvo que permanecer ingresada en el hospital por una bronquiolitis durante un mes, tiempo durante el cual pudo seguir alimentándola con leche materna gracias una sonda. Sin embargo, jamás ha desistido en su convicción de ayudar a los bebés prematuros a tirar para adelante mediante la lactancia materna. «Yo produzco mucha leche y cuando más estimula el bebé el pecho, más produce la mujer, por lo que si no me la extraigo podría incluso sufrir una mastitis, así que ¿por qué no donar», comenta Miriam, quien asegura que «es algo que te proporciona una satisfacción increíble».
A día de hoy, justo cuando el Banco de Leche Materna de Cataluña celebra su quinto aniversario, ya son 2000 las madres que en algún momento se han hecho donantes y, pese a que ello es síntoma de una «evolución muy positiva», tal y como señala Gemma Valeta, directora del Banco. «Sólo se puede donar durante un periodo de tiempo muy limitado, unos tres o cuatro meses, por lo que tenemos el reto de darnos a conocer y animar a más madres a hacerlo», explica la directora del Banco de Leche Materna. Y es que como ella misma asegura, en estos casos la leche materna actúa «como una medicina».
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