Cataluña
La nevada desata una tormenta entre el Govern y los camioneros
Protección Civil defiende que sus medidas evitan problemas y los transportistas cifran en 25 millones las pérdidas por el veto
Protección Civil defiende que sus medidas evitan problemas y los transportistas cifran en 25 millones las pérdidas por el veto.
Muchos hogares de Barcelona se despertaron ayer con la misma ilusión que la mañana del día de Reyes. Pero el entusiasmo se diluyó, como cuando Baltasar deja calcetines en vez de una bicicleta, al comprobar, tras mirar por la ventana, que las calles no estaban cubiertas de blanco. Los más madrugadores llegaron a ver una finísima capa de nieve que cubría coches y aceras. Antes de las 9.00 horas empezaba a llover y la lluvia, como ocurrió a lo largo del día en otros puntos de Cataluña, fulminó los paisajes bucólicos que había dejado la borrasca «Emma».
Los vecinos de los barrios de la zona alta tuvieron más suerte y pudieron disfrutar un poco más de la nieve. En el Tibidabo, se acumularon 4 centímetros, lejos de los 25 centímetros del Pont de Suert o de los 10 de Vic y muy lejos de los 50 centímetros que cayeron sobre municipios del Pirineo. En Barcelona, sólo se anularon dos líneas de autobús, la 102 y la 128. Y pese a que el transporte escolar estaba suspendido en toda Cataluña, en la capital catalana, la mayoría de niños fueron a la escuela. En la zona alta, donde hay el número más elevado de colegios por metro cuadrado de toda Europa, no hubo problemas de circulación. El temporal tampoco afectó la movilidad de los congresistas del Mobile World Congress. Para el director general de Protección Civil, Joan Delort, que la víspera de la nevada se hizo un hartazgo de advertir por radio, televisión y twitter de que venía «un episodio de nieve muy adverso», el mérito fue de las medidas preventivas adoptadas, como restringir la circulación de camiones o suspender el transporte escolar. Al final, 272 escuelas cerraron y 87.563 alumnos se quedaron sin clase. En Lleida ceraron 85 centros, en Barcelona, sólo dos. Los que fueron al colegio hicieron más muñecos de nieve que divisiones, porque Enseñanza optó por no hacer clases ordinarias.
Sanna Olsson, una sueca que vive en Barcelona con su familia desde hace un año, preguntaba sorprendida a la profesora de su hijo Valter, «¿por qué hay tantas medidas de prevención?». Y la profesora le habló de la famosa nevada del 8 de marzo de 2010. Desde 1962 que los barceloneses no recordaban una nevada igual. Cataluña se colapsó, 200.000 personas se quedaron sin luz, cruzar el túnel de Vallvidrera se convirtió en una odisea de 5 horas y se cortó el paso por la Jonquera, donde 500 vehículos quedaron bloqueados... muchos menos que ayer.
La decisión de Protección Civil de prohibir, por primera vez en la historia, la circulación de camiones de más de 7,5 toneladas, bloqueó a 6.500 camiones en áreas de servicio, arcenes o en la frontera de la Jonquera, 2.000 en el aparcamiento de Port Aventura. Delort aún recuerda las críticas que recibió la Generalitat por no prever el temporal del 8 de marzo de 2010. Entonces, era secretario de Seguridad del Govern. Y ahora, para curarse en salud, ha optado por prohibir la circulación de camiones grandes. Una decisión que enojó a muchos camioneros. «Es la primera vez que veo algo así en España y en Europa», explicaba ayer perplejo Juan Gutiérrez desde El Bruc, después de pasar la noche en un área de servicio. «Vengo de Italia, donde también ha nevado, y en ningún país he visto medida igual».
A las 15.00 horas, Trànsit levantó el veto. Primero en la C-32, la AP-7 y la AP-2, después en el Eix Transversal (C-25) y finalmente, en el resto de vías. Sólo hubo tres excepciones: la C-31, la N-230 y la N-260. Hasta la 21.00 horas, los camiones no pagaron los peajes.
«Hemos evitado incidentes»
La Generalitat defendió que el veto evitó incidentes en la red viaria, donde 94 tramos resultaron afectados por la nevada. «Los hechos demuestran que es mejor adoptar medidas de este tipo antes que esperar el resultado no hacer nada, que supondría una suma de infinitos problemas («bunyols») en la red viaria para los camiones y para los que no lo son», defendió Delort. A su lado, la directora del Servei Català del Trànsit, Maria Eugènia Domènech, recordó que este mismo lunes, decenas de conductores tuvieron que pasar la noche en el Eix Transversal, en Sant Bartomeu del Grau, por culpa de un camión que quedó atravesado.
La Generalitat está satisfecha con la medida. La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) la encuentra «absolutamente desproporcionada y carente de flexibilidad». Calcula que la paralización de camiones por la nieve puede ocasionar pérdidas de unos 25 millones por día. Según los cálculos de la entidad, 15 corresponderían al transporte internacional y la resta al estatal.
El presidente de la Confederación de Transporte por Carretera, Eduar Ayach, también tachó la medida de «desproporcionada». Lamentó que se anunció con poca previsión. «Sabiéndolo antes, nos podríamos haber organizado. Además a esa hora, había carreteras donde no caía ni un copo de nieve y los camioneros podrían haber llegado a su destino. Hacerlo de manera generalizada ha sido un error». Delort replicó que el jueves enviaron un primer comunicado al conjunto de operadores del transporte de mercancías y viajeros, también internacionales, para advertirles del episodio de nevadas previsto. La directora del Servei Català del Trànsit agradeció «el sacrificio del sector del transporte». Y recordó que gracias a su colaboración «no hemos lamentado ningún incidente grave».
A media tarde de ayer, se daba por acabado el episodio de nieve. «La nevada ya es historia», tuiteaba Tomàs Molina, el hombre del tiempo de TV3 a las 19.30. A continuación anunciaba que ahora viene un temporal de mar.
«Dejen circular al camión con terneras»
La restricción a los camiones se tuvo que levantar en casos extraordinarios como un camión con terneras que tenían hambre y se les tenía que dar comida. También se dejó circular a unos 20 camiones con material para hospitales y centros sanitarios, como ropa de cama, medicamentos o botellas de oxígeno. Las peticiones llegaban a los Mossos y Protección Civil a través del 112. También se dio permiso, claro está, a los camiones cargados de sal para el dispositivo Neucat. En total, se permitieron 54 salidas excepcionales.
✕
Accede a tu cuenta para comentar