La oposición acorrala a Mas para que tome medidas contra la corrupción

Artur Mas no tiene la intención de guardar en un cajón su agenda independentista, pero la actualidad en Cataluña, dominada por los casos de corrupción, ha desbordado sus planes sobre la autodeterminación.

Artur Mas no tiene la intención de guardar en un cajón su agenda independentista, pero la actualidad en Cataluña, dominada por los casos de corrupción, ha desbordado sus planes sobre la autodeterminación. Ayer, durante la primera sesión de control de la legislatura, el presidente de la Generalitat fue sometido a un continuo interrogatorio por parte de la oposición con un objetivo: obligar a Mas a mover ficha para tomar medidas contra la corrupción.

Por una vez, Alicia Sánchez-Camacho y Joan Herrera coincidieron en algo y fue en reclamar al presidente de la Generalitat que aparte a los imputados de CiU (Oriol Pujol y Xavier Crespo podrían estarlo en breve) de sus cargos públicos. «Pediremos que todo aquel que sea imputado deje el cargo de manera inmediata», afirmó la presidenta del PP catalán. Sin embargo, Mas respondió con evasivas: «Yo propongo que sean los grupos parlamentarios los que se pongan de acuerdo sobre el momento de un proceso judicial en que un cargo público debe apartarse. Que haya una norma y que todos las cumplamos porque si no esto es un desbarajuste».

Portavoz tras portavoz, los comentarios sobre la corrupción se fueron sucediendo en la cámara catalana. Abrió el fuego Albert Rivera (Ciutadans): «¿Qué piensa hacer para que esta imagen real de lo que está pasando en Cataluña, este oasis que pasa a ser una charca de corrupción, qué piensa hacer usted para arreglarlo?». Siguió Joan Herrera (ICV): «¿Con qué medidas concretas se piensa comprometer su Govern?» Y remató Sánchez-Camacho: «Presentaremos una ley para que los partidos hagan públicas en sus páginas web sus cuentas, de forma transparente».

Mas mantuvo el tipo como pudo, enfatizando que la pasada semana convocó una reunión para estudiar medidas contra la corrupción junto a los máximos representantes de los organismos de control público. Pero aquella cumbre convocada por el presidente de la Generalitat no acaba de convencer a nadie, aunque Mas insiste en que puede servir para llegar a un acuerdo para adoptar medidas que contribuyan a la transparencia.

La semana que viene –están convocados el día 22– se conocerán las propuestas, aunque Mas ya ha avanzado que quiere que las bases de esta reunión se sienten a partir de un documento que acordaron los partidos catalanes en el año 2001, el cual establecía, entre otras cosas, someter las cuentas de todos a auditorías externas. Dicho documento, hay que recordarlo, ha sido incumplido de forma reiterada por CiU. «Es más evidente que nunca que todos juntos estamos obligados a hacer un esfuerzo y superar el terreno de las palabras», zanjó Mas