Arquitectura
La Sagrada Familia, dispuesta a pagar la tasa de obras al Ayuntamiento
El patronato gestor ha pedido una reunión con el consistorio para limar asperezas
Todo parece indicar que tanto el Ayuntamiento de Barcelona como el patronato de la Sagrada Familia están a las puertas de firmar una tregua.
Todo parece indicar que tanto el Ayuntamiento de Barcelona como el patronato de la Sagrada Familia están a las puertas de firmar una tregua. La basílica no ha pagado ni un solo impuesto en concepto de obras desde que comenzase a construirse en 1883. Apenas cuenta con un documento del extinto ayuntamiento de Sant Martí de Provenzals. En todo caso, el patronato pidió ayer reunirse con el Ayuntamiento para solucionar la «regularización de las obras» del templo. E incluso, si el Ayuntamiento así lo exige, se avendrían a pagar la correspondiente licencia constructiva.
El patronato, por lo tanto, quiere «poner en común la situación actual», ya que el futuro de las obras del templo es incierto. No en vano, para ejecutar la obra en su totalidad, la intervención del Ayuntamiento es irrenunciable. El Plan Gaudí prevé construir una escalinata en la fachada principal, en la calle de Mallorca, que conllevaría el derribo de dos edificios, previa expropiación de los mismos, para conectar directamente la Sagrada Familia con la Diagonal. La teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, sin embargo, explicó en un pleno del pasado septiembre que el Ayuntamiento considera «no prioritaria» la ejecución de esta parte del proyecto.
3 por ciento
El patronato también afirmó que si el gobierno municipal le exige pagar una licencia constructiva, el patronato está dispuesto a «pagar los impuestos que le correspondan». De esta manera los responsables de la Sagrada Familia verían con buenos ojos comenzar a tributar por los trabajos, que sería algo más de un 3 por ciento al año.
Desde la Fundación Sagrada Familia, el presidente delegado, Esteve Camps, se pronunció en la misma línea. «Estamos están dispuestos a pagar los impuestos que le corresponda pagar según la ley». Sin embargo, Camps apuntó que el edificio de la Sagrada Família «no es una obra ordinaria» y explicó que la basílica dispone de un permiso que expidió en 1885 el antiguo pueblo de Sant Martí de Provençals a nombre de propio Antoni Gaudí. «Ahora bien, para cualquier actuación concreta que se escapa de la propia construcción del templo o tiene una característica especial se pide el correspondiente permiso», recordó Camps. «Siempre hemos estado abiertos al diálogo y trabajaremos para encontrar las mejores soluciones posibles y un acuerdo beneficios para la ciudad», manifestó el presidente delgado de la Fundación.
Según explicó la semana pasada un portavoz del Consistorio, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tiene la intención de abrir conversaciones con la Junta del Patronato de la Sagrada Familia para analizar la situación creada con las polémicas de los últimos días y ver qué solución puede darse a la «regularización de las obras».
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