La sequía desafía a Cataluña

Hace ya dos semanas que «El Peyu», un conocido personaje del panorama humorístico catalán, avisa a los ciudadanos a través de un anuncio de televisión de que hace tiempo que no llueve, que hay sequía y ofrece consejos para ahorrar agua, como no cantar «La Traviata» bajo la ducha.

Hace ya dos semanas que «El Peyu», un conocido personaje del panorama humorístico catalán, avisa a los ciudadanos a través de un anuncio de televisión de que hace tiempo que no llueve, que hay sequía y ofrece consejos para ahorrar agua, como no cantar «La Traviata» bajo la ducha. Lo cierto es que los barceloneses aprendieron a no malgastar agua durante el episodio de sequía de hace diez años, cuando se prohibió regar jardines o llenar piscinas con agua potable y desde Murcia y Marsella enviaban barcos al puerto de Barcelona cargados de agua para beber. El consumo bajó un 21 % y hoy los barceloneses utilizan 107 litros por persona y día, lejos de los 328 litros por persona y día que gastan los estadounidenses o de los 200 litros por persona y día de los suecos.

Entonces, en El Prat de Llobregat, no había desaladora ni tampoco estaba lista la infraestructura de la estación depuradora de aguas residuales para poder reutilizar agua para consumo humano. La idea es llevar el agua limpia de la depuradora a través de una tubería de 15 kilómetros para devolverla al río a la altura de Molins de Rei. A finales de este mes, el consejo de administración de la Agència Catalana de l’Aigua se reunirá para aprobar el convenio con el Área Metropolitana de Barcelona que activará la estación regeneradora de agua de la depuradora de El Prat. Con las reservas hídricas en situación de normalidad, el agua regenerada sólo se utilizará para proteger los acuíferos dulces del agua del mar. En situación de pre alerta, como la que vivimos, y de pre alerta, también se utilizará este agua para uso agrícola, ambiental o municipal como regar los jardines de Barcelona. Mientras que en situación de excepcionalidad, esto es si los embalses están por debajo del 25 %, se activaría la tubería para devolver al rio Llobregat agua depurada que volvería a recoger la planta potabilizadora del Llobregat que abastece al ala oeste de Barcelona y otros municipios.

Actualmente, las reservas de agua de los pantanos están al 44%. Se está en fase de pre alerta, pero si no llueve, en marzo se entrará en fase de alerta. Para no estresar a los pantanos, las plantas desalinizadoras trabajan entre el 70 y el 75 % y hace más de un año que la ACA trabaja con medidas excepcionales para paliar la sequía.

También se ha incrementado la extracción de agua subterránea del acuífero del delta del Llobregat (1,7 hectómetros cúbicos al mes). De todos modos, la ACA está lista para activar el Plan Especial de Sequía en primavera, que servirá para activar un puñado de medidas en caso de llegar a un escenario de alerta, esto es que las reservas de los pantanos del Ter-Llobregat bajen del 40%.

Aunque nevó mucho en Navidad, lo hizo en la zona del Pirineo Oriental, La Molina y La Masella, y para llenar el caudal del Llobregat debería nevar al otro lado del Cadí. Además, este agua no se verá hasta el deshielo.

El Ayuntamiento de Barcelona, por su parte quiso tranquilizar a la población esta semana y avanzó que la alerta por sequía no afectará al uso cotidiano. En seis semans puede entrarse en fase de pre alerta dos. Si las reservas bajan del 40% se reducirá el agua de fuentes ornamentales, el riego de jardines y la limpieza urbana.