Cataluña

La Sindicatura denuncia descontrol en los contratos y ayudas del Cidem

La Razón
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El último informe de la Sindicatura de Cuentas de Cataluña ha vuelto a poner de manifiesto el poco rigor con el que se trabaja en alguna de las empresas dependientes de la Generalitat. En este caso se trata del Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial (Cidem) y de la multitud de irregularidades que acumuló durante el periodo estudiado por la Sindicatura, 2009 y 2010, tales como adjudicaciones a dedo, contrataciones de servicios externos sin justificar, estudios innecesarios y subvenciones opacas.

El Cidem estaba adscrito al Departamento de Innovación, Universidades y Empresa de la Generalitat, y tenía como objetivo contribuir al aumento de la competitividad de las empresas autóctonas a través del impulso de la innovación. En 2008 la Generalitat fusionó el Cidem y el Copca para crear ACC1Ó aunque siguió operando hasta su absorción definitiva en 2010. El por aquel entonces conseller de Innovación, Josep Huguet, dotó a ACC1Ó de una plantilla de más de 360 trabajadores de los que 115 trabajaban en el extranjero. En 2008, su presupuesto era de 268 millones de euros, casi 100 millones más de los que disponían las entidades cuando operaban por separado.

Contratos

La Sindicatura ha observado que Cidem, dirigida entonces por la ingeniera Carme Botifoll, optaba por las licitaciones obviando el concurso público y sin justificar sus elecciones. De hecho, sólo cinco de los 19 expedientes analizados se adjudicaron con publicidad, mientras que el resto se decidieron mediante procesos negociados o marco.

En la mayoría de los contratos negociados la Sindicatura ha detectado irregularidades ya que se desconoce tanto los aspectos que se han negociado como los criterios utilizados para considerar las propuestas. El descontrol en las adjudicaciones por negociación se hace aún más evidente en los casos en que las invitaciones a los posibles licitadores se efectuaban con fecha posterior a la adjudicación del proyecto. En varias ocasiones, la misma persona que enviaba estas invitaciones era quien recibía las propuestas, negociaba el contrato y evaluaba las candidaturas.

El desbarajuste del Cidem, sin embargo, no se limitaba a los contratos ya que la entidad tampoco justificaba la contratación de servicios externos en algunas ocasiones en que el propio organismo contaba con recursos para realizar dichas tareas.

Si la adjudicación de expedientes fue irregular, la de contratos superiores a 50.000 euros no le iba a la zaga ya que no se solicitaba la autorización al comité ejecutivo, tal y como reza la norma, y en ocasiones se presentaba la solicitud cuando ya se habían ejecutado los servicios. En la misma línea, tampoco solicitaron la autorización de la Generalitat para elaborar estudios y dictámenes de más de 30.000 euros, pese a estar obligados.

En el capítulo de personal, el informe de la Sindicatura es igual de demoledor. La entidad dirigida por Botifoll incrementó en más de un 3 por ciento el sueldo de 64 trabajadores sin comunicarlo a la Generalitat y sin obtener los informes preceptivos que requiere la Ley de presupuestos de 2009 para modificar las condiciones retributivas del personal. De hecho, el Cidem autorizó un complemento de 20.000 euros para un alto directivo ligado a la fusión de esta entidad con el Copca. Sin embargo, tampoco se pidió el informe pertinente para otorgarlo.

En cuanto a las subvenciones, la Sindicatura también ha constatado falta de motivación en la valoración de las solicitudes, incidencias en la documentación justificativa de gastos subvencionables superiores a un importe determinado y falta de idoneidad de la subcontratación de la actividad subvencionada.

Butifoll, tras el impecable trabajo que realizó con la fusión de Copca y Cidem dejó el puesto de directora para fundar una consultora empresarial.