La Villarroel enfrenta a espectadores y actores en «Infàmia», de Pere Riera

¿Qué lleva a una actriz, que siente su profesión como una irrenunciable vocación, dejar los escenarios? ¿Hay detrás un verdadero misterio? ¿Cuál es el papel de los espectadores en esta radical decisión? ¿Cuál es la responsabilidad de todos nosotros en la vida de los demás y qué responsabilidad tienen los espectadores en la vida de la gente que se sube a un escenario para satisfacerles? Estas preguntas y muchas otras forman parte del entramado del drama «Infàmia», la obra que vuelve a reunir al dramaturgo y director Pere Riera con su actriz fetiche, Emma Vilarasau, después del éxito cosechado con «Barcelona».

Este sábado 16 de enero la Sala Villarroel acoge el estreno de un montaje que es precisamente un encargo de Tania Brenlle, directora artística del teatro. La obra gira en torno a la vocación y el oficio de los actores, así como el papel de los espectadores. Hasta el 10 de abril se podrá ver una pieza que, adeás de Vilarasau, incluye a Jordi Boixadores, un veterano actor incapaz de dejar de representar un papel durante las 24 horas, y Anna Moliner y Francesc Ferrer, como dos jóvenes actores que se inician en el oficio.

Riera ha querido también indagar en cómo el espectador se involucra en este juego de espejos y siente como real algo que sabe que es una falsedad escenificada. Para el dramaturgo, la obra es una crítica al espectador que «es capaz de emocionarse más por lo que sucede en una obra que por lo que pasa a su alrededor».