Las altas temperaturas atraen una plaga de medusas al litoral catalán

La temporada de verano en las playas catalanas no ha comenzado con buen pie. Las altas temperaturas motivaron ayer una gran afluencia de bañistas, pero sin embargo la bandera amarilla ondeó en la mayoría de playas, por la presencia de medusas. Fuentes de la Cruz Roja aseguraron ayer a LA RAZÓN que la bandera amarilla estaba izada en las diez playas que tiene la Ciudad Condal.

La bandera amarilla no prohíbe el baño, pero sí que avisa de que hay un riesgo importante para entrar en el agua. En este caso, según señalaron las mismas fuentes de la Cruz Roja, la alerta se debía exclusivamente a la presencia de medusas en las playas. En la mañana de ayer la bandera verde, que permite el baño sin ningún tipo de problema, únicamente ondeaba en Barcelona en la playa del Fórum, pero por la tarde aparecieron medusas, lo que obligó a izar también en esta zona la amarilla.

Sin otros riesgos

Desde la Cruz Roja señalaron que, aparte de la presencia de esta plaga de medusas, no existía ningún otro tipo de riesgo para los bañistas. Precisamente hace dos semanas los expertos alertaron de una importante presencia de medusas en la parte más occidental del Mediterráneo y el calor las atrae a las playas.

En el caso de la capital catalana, el acondicionamiento de las playas arrancó el 23 de marzo, y hasta el 31 de mayo el Consistorio se dedicó a ultimar los detalles para que los 4,2 kilómetros de playa que hay en la ciudad pudieran disponer de todos los servicios necesarios para los bañistas, incluyendo personal de vigilancia, prevención e información para todos los uauarios que acudan a las playas.

Durante la campaña de verano, que se alargará hasta la primera semana de octubre, los usuarios de las playas de Barcelona disponen de 67 lavabos públicos y 89 duchas de acceso para todo el público. Además, el Ayuntamiento confirmó que mientras dure la temporada estival se intensificará la vigilancia de los agentes de la Guardia Urbana con el objetivo de prevenir los robos y la presencia de lateros. Concretamente, la venta ambulante es una de las mayores preocupaciones del Consistorio y de los chiringuitos playeros.