Infraestructuras
Las playas de Barcelona tendrán menos chiringuitos, sombrillas y tumbonas
El gobierno municipal opta por prescindir de servicios para ganar espacio en la arena.
La masificación turística, a estas alturas de la película, se ha convertido en una constante de Barcelona. Mientras, el Ayuntamiento intenta implementar medidas con más pinta de parche que de plan de choque. Así, el gobierno municipal quiere evitar la saturación de las playas de la ciudad y, aprovechando el fin de algunas de las licencias, quiere llevar a cabo una drástica reducción del número de tumbonas y sombrillas, además de eliminar cinco de los 20 chiringuitos que había hasta la fecha. Ésta es una de las 39 medidas que el consistorio implementará durante la temporada de baño y que forman parte del nuevo modelo de gestión de las playas que ha puesto en marcha la ciudad. El objetivo, según el Consistorio, es proteger el valor natural de las playas y reducir la ocupación del espacio. Mañana, al fin y al cabo, arranca la temporada alta de baño, que se prolongará hasta el próximo 16 de septiembre.
Según los datos que maneja el Ayuntamiento, el número de usuarios mantiene una tendencia creciente y esto hace que algunas playas tengan indicadores cercanos a los de la saturación. En las playas de Sant Sebastià y Sant Miquel, por ejemplo, cada usuario dispone de una media de 3,16 metros cuadrados. El valor óptimo de disponibilidad de arena es a partir de los ocho metros cuadrados y a partir de cuatro metros cuadrados se considera que hay saturación. La Barceloneta se acerca con 4,95 metros cuadrados por persona, mientras que la del Llevant se sitúa en 6,90. Con estos datos en la mano, el gobierno municipal prefiere perder servicios a cambio de ganar espacio.
Esta reducción, según explicó el comisionado de Ecología del Ayuntamiento de Barcelona, Frederic Ximeno, afectará sobre todo a las playas de la Barceloneta, Somorrostro, Sant Sebastià i Sant Miquel o Nova Icària, que son las más saturadas. “El año pasado ya pusimos de manifiesto la preocupación por el grado de saturación y con esta reducción potenciamos el uso colectivo de las playas”, destacó Ximeno.
Para aumentar la percepción de los usuarios que las playas son espacios naturales a proteger, se implantarán una serie de medidas. En este sentido, a partir del 1 de junio todos los chiringuitos de playa y los bares y restaurantes de concesión municipal utilizarán sólo vasos reutilizables. También se instalará una señalización en todas las playas que explique el ecosistema marino y promueva buenas prácticas para reducir los desechos que llegan al mar. Además, se ha balizado con boyas la isla artificial del espigón de Bogatell para proteger el cormorán moñudo.
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