Política

El desafío independentista

Los «comunes» endurecen el tono contra el Govern y se alejan del «sí» a los presupuestos

El partido de Colau exige a ERC subir el IRPF a las rentas altas si no quiere ser la «CDC del siglo XXI»

El vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Pere Aragonès, al lado del portal del edificio de la Conselleria. Foto: Efe
El vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Pere Aragonès, al lado del portal del edificio de la Conselleria. Foto: Efelarazon

El partido de Colau exige a ERC subir el IRPF a las rentas altas si no quiere ser la «CDC del siglo XXI».

La entrada del nuevo año no ha hecho variar ni un ápice las perspectivas de los presupuestos de la Generalitat de Cataluña. Las posiciones del Govern y sus principales aliados en esta materia, los «comunes», siguen tan alejadas como en 2018, como así constataron ayer ambos. De un lado, el partido de Colau, que recriminó no haber recibido todavía una propuesta presupuestaria y elevó el tono contra Esquerra, muy reticente a determindas modificaciones fiscales: «Si ERC quiere demostrar que no es la Convergència del siglo XXI se tiene que comprometer con la fiscalidad justa y progresiva». Del otro, el conseller de Economía, Pere Aragonès, que exhibió sus recelos a acceder a las exigencias de los «comunes» y su rechazo a la propuesta del PSC, avalada también por los «comunes», que pasa por intercambiar los apoyos a las cuentas catalanas y estatales –los socialistas apoyan los presupuestos de la Generalitat, mientras los independentistas respaldan los nacionales–.

Descartada, por ahora, la posibilidad del PSC, el partido de Colau tiene en el punto de mira una reforma fiscal que permita engrosar los ingresos para intentar ampliar la capacidad de gasto de la administración catalana. Aragonès sostiene que las cuentas que está perfilando comportarán un gasto de 1.600 millones de euros con respecto a las anteriores, lo que redundará, según precisó ayer en una entrevista en la televisón pública catalana, en recuperar la inversión para guarderías; 750 plazas para Mossos d'Esquadra; 250 plazas para Bomberos; 250 plazas para sanitarios de la atención primaria; o el desarrollo de las becas salario. Una inversión que no satisface a los «comunes», que son más ambiciosos y quieren negociar una súbida del IRPF a las rentas más altas, un aumento en Sucesiones y Donaciones a los que más heredan y fiscalidad verde. Sobre el primer impuesto, el vicepresidente del Govern se opone por la escasez de ingresos que generaría la propuesta de los «comunes» y entiende que ya se ha aumentado mucho estos años; sobre el segundo, sí se muestra mucho más predispuesto; y sobre el tercer apartado, el Govern no tiene previsto desplegar en 2019 una de las principales medidas, como es la tasa a los vehículos más contaminantes. El partido de Colau, además de presionar con el aumento de gasto con una subida fiscal, también insiste con aprobar los PGE, que dejarían en Cataluña más inversión –aunque «comunes» y Govern discrepan sobre la cifra exacta–.